Todavía queda mucho por hacer si queremos que las generaciones futuras tengan un mundo que heredar. El primer paso es conocer lo que está sucediendo en el entorno ambiental para luego tomar las medidas necesarias que puedan evitarlo.
¿Qué es la contaminación ambiental?
Lo que se denomina contaminación ambiental es la introducción y presencia de componentes nocivos, (físicos, químicos o biológicos) al ecosistema. Un fenómeno que afecta el equilibrio de dicho entorno y lo convierte en un medio ambiente inseguro para los seres vivos que lo habitan, incluyendo a los seres humanos.
Cuando un agente contaminante se encuentra en concentraciones elevadas y perjudica al entorno, se genera una contaminación del espacio natural. Por lo general, esto se produce como resultado de la actividad humana. Y que deja a su paso consecuencias devastadoras para la vida del planeta.
Las acciones del ser humano repercuten directamente sobre la estabilidad de los ecosistemas, produciendo una contaminación artificial generada por el mal uso de los recursos naturales. Asimismo la interrupción de los ciclos naturales y la mala gestión de los residuos. Esto a su vez puede causar distintos tipos de contaminantes que afectan de manera particular cada entorno.
4 Tipos de contaminación ambiental
Existen diferentes características que pueden identificar los medios que se ven perjudicados en un ecosistema. La siguiente lista contempla los tipos de contaminación más relevantes y que factores las originan.
Contaminación atmosférica: es uno de los tipos de contaminación ambiental más conocidos. Se produce a causa de la emisión materia o formas de energías al aire, que implican molestias, daños o riesgos para los seres vivos. También pueden afectar a distintos materiales, generar olores desagradables o reducir la visibilidad.
Uno de los agentes que perjudica directamente la calidad del aire es el monóxido de carbono. Sin embargo, otros como el dióxido de azufre y el óxido de nitrógeno afectan de igual manera las condiciones de un entorno sano.
Contaminación hídrica: mejor conocida como contaminación del agua, consiste en una modificación de esta provocada por el ser humano. Incide directamente a las especies animales, vegetales y también al ser humano, ya que transforma el agua potable en un recurso peligroso para el consumo.
Contaminación del suelo: se define como la degradación de la calidad del suelo, la cual está asociada a la presencia de sustancias químicas. Es considerada un aumento de la concentración de compuestos orgánicos e inorgánicos de origen antropogénicos, capaces de reducir su empleo potencial. Ya sea por parte de la actividad del hombre, como por la naturaleza.
Al hablar de contaminación de suelo, se entiendo que esta modificación es causada por elementos de tipo sólido, líquido o gaseoso. Dichas sustancias afectan directamente la biota edáfica, las plantas, la vida animal y la salud humana.
Contaminación térmica: es generada cuando un proceso altera la temperatura del medio de forma perjudicial e inesperada. Los cambios artificiales de la temperatura producen efectos negativos para algunos seres vivos es un hábitat en específico, ya que se modifican las condiciones ideales del entorno donde viven.
Todas estas formas de contaminación marcan efectos negativos en el ecosistema. Pero a ciencia cierta, se tratan del resultado de numeras causas que tiene como destino final consecuencias muy difíciles de remediar.
Causas de la contaminación ambiental
De forma general, las principales causas de la contaminación en los distintos entornos se deben al aumento de la población y al incontrolable desarrollo industrial. Causando un desequilibrio en el medio ambiente debido a la presencia de agentes nocivos de tres tipos.
Contaminantes físicos: se producen por acciones de las actividades humanas, como la radiactividad, el ruido, el calor y la energía electromagnética.
Contaminantes químicos: provienen de la industria química, en la que se general productos tóxicos como el plástico, derivados del petróleo, abonos sintéticos y pesticidas. Incluyendo también ácidos y disolventes orgánicos.
Contaminantes biológicos: proceden de la descomposición y la fermentación de los desechos orgánicos. Estos pueden ser desperdicios de las fábricas o desagües, aserrín de la industria y hasta excrementos.
Si bien estos son los principales factores de los diferentes tipos de contaminación, las causas se especifican mejor dependiendo de si afecta al aire, el agua o el suelo.
Causas de la contaminación del agua: los principales agentes nocivos para la calidad del agua son los siguientes.
- Derrames de petróleo, se generan de perforaciones petroleras que tienen una práctica inadecuada o un accidente.
- Vertidos de aguas negras, proceden de fluidos cloacales de centros urbanos o industriales que no son tratados de manera correcta.
- Productos fitosanitarios, se utilizan para rociar los campos, luego de estos son absorbidos por la tierra hasta que alcanzan aguas subterráneas.
- Incremento de la temperatura, una de los efectos de la contaminación térmica consiste en provocar la disminución del oxígeno del agua, alterando su composición.
Causas de la contaminación del aire: la quema de combustible fósiles como el carbón, el gas y el petróleo, son los principales agentes que producen este tipo de contaminación. Tomando en consideración a las siguientes fuentes como las más dañinas.
- La combustión de bosques.
- Extracción de hidrocarburos de los campos de gas, carbón y petróleo.
- La actividad microbiana en aguas servidas
- Producción de combustible para el transporte.
Causas de la contaminación al suelo: entre las causas más evidentes de este deterioro ambiental, se encuentra el aumento de compuestos químicos y la basura. Algunos ejemplos son los siguientes.
- Residuos urbanos, desperdicios comerciales y domésticos que no son tratados de manera adecuada.
- Residuos industriales, líquidos químicos, pesticidas y estos de metales y combustibles que se producen en el área textil, alimentaria, papelera y petrolera.
- Almacenamiento subterráneo, posee líquidos y gases derivados del petróleo. Estas pueden entrar en contacto con la tierra a través de filtraciones.
Consecuencias de la contaminación ambiental
Son muchos los efectos negativos y contraproducentes que se generan en la naturaleza y en la salud del ser humano a causa de la contaminación ambiental. Como resultado final del desequilibrio a los entornos naturales y el mal uso de los recursos se pueden identificar los siguientes.
Calentamiento global: supone el aumento de la temperatura del planeta de forma progresiva. Tanto en los mares, océanos como a niveles atmosféricos, causando que los veranos cada vez sean mucho más calurosos y las temperaturas medias duren menos tiempo.
Desarrollo de enfermedades: la Organización Mundial de la Salud, asegura que la contaminación atmosférica incrementa el riesgo de sufrir enfermedades respiratorias agudas. Tales como la neumonía, cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares.
Extinción de especies: la explotación descontrolada de los recursos naturales y la emisión de contaminantes a la atmósfera ponen en peligro la vida de animales y plantas. Las cuales ven reducida su hábitat y en muchos casos llegan a la extinción.
¿Cómo podemos evitar la contaminación ambiental?
En las manos de todos está la posibilidad de frenar cualquier tipo de contaminación. Lo que se debe hacer es modificar hábitos para ayudar a reducir lo que contaminamos. Algunos de ellos son los siguientes
Recicla: la primera norma para realizar esta práctica es saber separar los desperdicios que se genera. Para esto sirven los contenedores de residuos donde se puede clasificar la basura como orgánica, vidrio, metales, plásticos, cartones, etc.
Utiliza transporte público: es común querer tener un carro y acostumbrarse a usarlo todos los días. Pero son necesarios medios de transportes más sostenibles y respetuosos con el planeta, los públicos por ejemplo es una solución barata y efectiva.
Compra productos locales: si compramos productos locales, evitamos que lo que adquirimos en supermercados se traslade desde y hacia lugares lejanos. Evitando el uso de más combustible que contamina de distintas maneras al ecosistema.
Reduce el consumo de plásticos: la mayoría del plástico que utilizamos es de un solo uso y tarda muchos años en degradarse. Podemos reemplazar uso al preferir bolsas reciclables, evitar productos envasados en este material y comprar productos a granel.
Eliges energías renovables: estas son las que se obtienen de fuentes naturales que generan energía de manera inagotable, como el sol, el aire, y el mar.
Compra productos ecológicos: para la producción de este tipo de artículos se evita el uso de elementos químicos que pueden incidir de manera negativa sobre el medio ambiente.
En definitiva, se trata de entender la importancia de cuidar nuestro entorno y priorizar su bienestar. Para que las generaciones actuales y las futuras tengan donde poder vivir.