Por la Dra. Martina Goldsztein.

Uno de los puntos claves desde la mirada ambiental , es comprender en que punto estamos parados, por lo cual nos preguntamos: ¿qué es una ciudad?

“(…) una ciudad es un espacio habitado por un gran número de personas, en donde se desarrollan actividades comerciales, productivas, de servicio, recreativas y deportivas, entre tantas otras del ámbito público y del privado. Además, allí predomina el entorno construido sobre el entorno natural (…)”, detectando en ella, aquellos componentes que la conforman: tanto el entorno natural (que son aquellos espacios no intervenidos por el ser humano, en el cual prevalece la flora y la fauna), el social (tiene que ver con la ciudadanía, la cultura y la gobernabilidad) y el construido (es la infraestructura urbana tal como la conocemos, los bienes y servicios, los sistemas de consumo y producción a abastecer al resto de los habitantes).

Serán el punta pie para hacernos otra pregunta: ¿Qué impacto tienen?

Considerando que al menos el 50% de la población mundial habita en ellas en principio el impacto de la conglomeración, y pensando e imaginándonos lo que significa, sumamos que convivimos con un modelo económico de consumo y contratación de servicios continuos. No obstante las ciudades se destacan específicamente por el consumo de luz (electricidad, manejando valores de consumo de los recursos energéticos de entre un 60% a un 80%, sobre todo teniendo en cuenta que hoy en día los edificios y hogares modernos son construidos con servicios eléctricos incluidos), gas y red de agua potable (esto equivale al consumo de un 60% de los recurso materiales, los cuales tambien incluyen los materiales para construcción).

Ahora bien, como toda actividad y consumo, tiene su costo, y aquí nos gustaría interiorizarnos con un porcentaje el cual llamó mi atención y es que: el 75% de las emisiones de CO2 a nivel mundial son producto de las urbes, esto indudablemente impactaría en el Cambio Climático, en la pérdida de Hábitats Naturales (ya que los entornos naturales cada vez son menos en las "cites", y es necesario por ejemplo: construir corredores naturales), en el uso del suelo y hasta en los residuos que se generan.

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Continuando, las ciudades y las áreas metropolitanas constituyen centros fundamentales para el crecimiento económico, representando y contribuyendo así a el 60% del PBI mundial, como punto de partida este indicador representa algo positivo, más con todo esto, sería importante considerar el Objetivo de Desarrollo Sostenible N° 11, que tiene asignado como metas: lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean, inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

¿Cuál es el motivo de este ODS?

Nuestra ligera urbanización. Justamente, frente a el mal planeamiento de números se genera la desigualdad, dando como resultado una cifra creciente de seres humanos viviendo en barrios con servicios inadecuados (falta de agua potable, o servicio de luz), sobrecargados (el servicio de recolección de residuos usualmente se encuentra saturado, no hay saneamiento, ni transporte y calles con salidas adecuadas a carreteras que conecten con el resto de la ciudad), con infraestructuras peligrosas (las cuales son diseñadas sin cuidado). Según la Organización de las Naciones Unidas aproximadamente 1100 millones de personas viven en barrios en estas condiciones.

Con esta última cifra ¿A que llegamos?

A que es evidente y clara la importancia de planificar ciudades integrales que sigan las metas mencionadas, proporcionando así el acceso a servicios adecuados, seguros, asequibles, culturales, inclusivos y que protejan a aquellas personas que se encuentran en situacion de vulnerabilidad.

De todas formas, esto no solo se generan impactos sociales y económicos, también debemos tener en cuenta la contaminación, y la importancia del fomento de nuevos modelos que sigan los lineamientos del principio de Protección Ambiental. Con ello vemos el impulso y suma de tres conceptos: metabolismo urbano, ciudades sostenibles y ecosistemas sostenibles. El metabolismo urbano se refiere a que “(…) como cualquier organismo vivo una ciudad requiere de recursos para consumirlos, metabolizarlos y posteriormente eliminarlos como residuos (…)” Describe el funcionamiento interno de cada una de ellas, como si fuera una celula viva, identificando su eficiencia, la circularidad de flujos (intercambio interno y externo) para así definir las políticas públicas adecuadas, de aquí la importancia de la transformación de un metabolismo lineal (el cual seguimos ahora) hacia un metabolismo circular para mejorar la eficiencia, re usando los residuos, el agua.

¿Qué es una Ciudad Sostenible?

“(…) una ciudad resiliente a los impactos adversos del cambio climático que identifica y reduce las vulnerabilidades de su población e incremente la capacidad adaptativa, así como gestiona los riesgos de desastre. Una ciudad que reduce el impacto ambiental de sus actividades y promueve modalidades de consumo y producción sostenibles y acordes con sus propias condiciones territoriales, geográficas, sociales, económicas y culturales (…). Es ciudad sostenible tambien: “(…) aquella que ofrece calidad de vida a sus habitantes sin poner en riesgo los recursos, ya que vela tambien por el bienestar de la humanidad futura y procura la justifica social (…)” y “(…) aquella diseñada para alcanzar un impacto positivo en lo social, ambiental y económico a traves de la planificación y la gestión urbana (…)”.

Ciudades Resilientes (Resiliencia Urbana)

Se les dice resilientes por que se busca que se adapten bien a los impactos ya sean sociales, económicos y sobre todos naturales (teniendo en cuenta la cuestión de la crisis climática para no llegar al ejemplo de los migrantes ambientales), aquellos que forman parte de la ciudad (individuos, comercios, servicios) sobreviviendo, adaptándose y creciendo sin importar esos impactos que generan un tipo de “estrés crónico”. Estos dan como resultado ecosistemas sostenibles que finalmente promueven “(…) la ética del cuidado fomentando el cuidado individual y el cuidado del espacio de vida, promoviendo conexiones sociales y expresiones culturales, dando visibilidad al mundo más allá del humano, protegiendo la diversidad cultural, económica y ecológica y promoviendo economías locales y regionales entre otros aspectos (…)”.

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Con esto concluimos en que es necesario incentivar a los gobiernos locales para que impulsen políticas públicas en búsqueda de esta transformación y cambio, ya que especialmente en nuestra región hay extrema desigualdad, gran densidad de poblaciones, debilidad en la gobernanza y una demanda muy grande de recursos que sobrepasan la capacidad de carga. Tenemos oportunidades de accion como: la promoción de participación pública, alianzas multisectoriales locales, garantizar el respeto a la identidad cultural, el ambiente sano incluida la protección de la biodiversidad, fomentando la educación, conciencia pública, construcción sostenible y economía circular #porunmundomejor.