Muchos animales son sensibles a frecuencias de luz que son invisibles para el ser humano.
Las abejas poseen la capacidad de percibir la luz ultravioleta bañando la realidad en la que se mueven, y lo que captan, son imagenes de flores soñadas.

La explosión de colores en las flores no es solo un deleite vibrante, sino que cumple propósitos biológicos vitales en el ecosistema. Estas estpeticas manifestaciones coloridas son el resultado de procesos evolutivos que favorecieron rasgos que atraen a polinizadores como abejas y mariposas. Al captar la luz ultravioleta, estos insectos son dirigidos hacia las flores, colaborando la polinización, primordial para la reproducción de muchas plantas.

Además, esta interacción entre plantas y polinizadores ilustra lo complejo de las relaciones ecológicas. La belleza y diversidad de colores en las flores no solo son útiles para atraer a los polinizadores, sino que también evidencian la riqueza del contexto natural. Este suceso muestra cómo la naturaleza utiliza la luz y el color de forma estratégica, contribuyendo a la biodiversidad y la salud del planeta.

¿Cómo ven las flores las abejas? (Foto: Pinterest)

Capturas soñadas: así ven las abejas a las flores bajo la luz ultravioleta

La relación entre las abejas (y otros insectos) y las flores es uno de los vínculos esenciales para la vida planetaria y, en gran medida, las flores son presencias seductoras que utilizan el color y el olor para promover la transferencia de polen que asegura su reproducción.

Según estudios, muchos animales son sensibles a frecuencias lumínicas que son invisibles para el ser humano. Las serpientes, por ejemplo, llegan a detectar infrarrojo y las abejas (y otros insectos), del otro lado del espectro, pueden discernir la luz ultravioleta tiñiendo la realidad en la que se trasladan.

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Gran parte del mundo de colores que perciben las abejas son completamente invisibles para nosotros (Foto: Pinterest)

En un ejercicio de visualización mágica, el fotógrafo Craig Burrows retrata las estructuras reproductivas de las plantas bajo una técnica de luz ultravioleta inducida por fluorescencia, la cual de cierta manera evoca las visiones de los insectos, o al menos nos da la posibilidad de imaginar cómo sería percibir el mundo bajo esta luz. Burrows no sólo creó una técnica de iluminación sino una sensibilidad distinguida para retratar las maravillosas formas florales: orquídeas, margaritas, magnolias, iris, entre otras.

Beneficios comerciales

La Base de Datos de Reflexión Floral (FReD, por sus siglas in inglés), creada por investigadores del Imperial College de Londres y del Queen Mary, de la Universidad de Londres, les posibilita a los expertos ver los colores de las plantas a través de los ojos de las abejas y otros artrópodos polinizadores

Según los estudiosos, ver estos colores invisibles puede tener una serie de aplicaciones comerciales.

"Una de cada tres cosas que consumes en una comida es el resultado del trabajo de los insectos polinizadores. Si que queremos utilizar a estos insectos para llevar a cabo polinizaciones comerciales, necesitamos conocer cómo estos insectos ven las flores y qué clase de luz hace falta en los invernaderos comerciales para facilitarle a las abejas su tarea de detectar flores", indica Vincent Savolainen, coautor del estudio del Imperial College.

Y agrega: "Por otra parte, esta base de datos ofrece también nuevas perspectivas sobre la evolución del color en las plantas. Esperamos que este trabajo pueda ayudar a los biólogos a entender cómo las plantas evolucionaron en distintos hábitats, desde los sitios abundantes en biodiversidad de Sudáfrica, hasta los frío hábitats del norte de Europa".