Hoy te traemos 5 ideas para deshacerte de la chatarra electrónica y cuidar el medio ambiente. Ya que un móvil o algún equipo viejo, supone un gran peligro para el planeta. Sobre todo si equipos como estos, terminan en los vertederos junto al resto de la basura.

Actualmente, 20 kilogramos de este residuo puede ser generado por una persona en el año. Ahora, imagina si la mayoría de las personas en el mundo producen esa cantidad de desechos electrónicos al año. Esto es algo que lleva a pensar en lo fundamental que es disminuir la cantidad, y por eso te comentamos algunas formas de hacerlo.

El problema de la chatarra electrónica

Entre los inconvenientes más grandes y más importantes a los que la humanidad tiene que enfrentarse, se encuentra el elevado coste social y ecológico que tiene la chatarra electrónica. Esta clase de basura, es especialmente dañina para el medio ambiente, que incluye una enorme cantidad de metales pesados, excesivamente contaminantes y tóxicos para la salud.

Uno de los factores más complicados al momento de gestionar los residuos, es qué se debe hacer con la chatarra electrónica. Puesto que, debido a la presencia de los metales pesados, no son desechos que se pueden colocar dentro de un cubo de basura tradicional.

¿Qué es la chatarra electrónica?

De todas las cosas que produce la sociedad para el consumo actual, uno de los más dañinos para el medio ambiente, debido a su toxicidad y la enorme cantidad de residuos que genera, es la chatarra electrónica. Esto refiere a los equipos electrónicos que quedan en desuso. A menudo se entiende que se refiere a ciertos dispositivos, como por ejemplo los ordenadores y los teléfonos móviles.

Sin embargo, la verdad es que se considera como chatarra electrónica toda clase de residuo que, deja de funcionar en su tiempo de vida útil. Que son aquellos que usan energía, bien sea de una toma eléctrica o de una batería. De esta forma, algunos de los ejemplos más evidentes de basura electrónica son: Las pantallas, móviles, lavadoras, ordenadores, frigoríficos, electrodomésticos pequeños, lámparas LED, juguetes electrónicos, equipos informáticos y paneles fotovoltaicos.

Como se puede observar, se trata de una amplia cantidad de residuos. Y esto se debe a que en la actualidad, una buena parte de la basura que se genera, especialmente en los países desarrollados, es basura de esta clase.

¿Cuáles son los peligros de la chatarra electrónica?

El enorme problema proviene de los metales pesados que los conforman. Son equipos que incluyen elementos como el cadmio, cromo, mercurio y plomo, en la mayoría de los casos, aparte de muchos otros metales en distintas proporciones. Dichos metales, son muy tóxicos, y una intoxicación provocada por estos, podría generar serios problemas en el sistema nervioso. Así como cardiovascular, respiratorio y enfermedades de los riñones.

También puede ocasionar problemas en el sistema reproductivo, afectando a la persona durante toda su vida. De igual manera, cuando estos metales son liberados hacia el medio ambiente, la contaminación que producen afecta al aire, al igual que al agua y la tierra.

Por lo que se convierte en un problema verdaderamente grave. Especialmente en los sitios donde se almacena esta clase de chatarra electrónica, como por ejemplo los vertederos tecnológicos.

Aparte de esto, otro de los inconvenientes que genera la basura tecnológica es la velocidad con la que se ha incrementado en los últimos años. Algo como esto se debe al efecto de la obsolencia, la cual, puede ser de dos clases:

Programada de fábrica: Viene por parte de los fabricantes, quienes consiguen de esta manera que el comprador tenga que regresar a comprar otro producto.

Por los mismos usuarios: Quienes se deshacen de los equipos tecnológicos cuando aún están en buenas condiciones, solo para comprar un equipo más nuevo y novedoso. El efecto de esto es terrible, puesto que son residuos muy contaminantes y no se gestionan correctamente. Ya que, mayormente, se debe a la velocidad con la que se acumulan.

¿Qué se puede hacer con la chatarra electrónica?

Existen diversas soluciones que permiten contrarrestar el efecto negativo de la basura tecnológica. Y pese a que este es una clase de residuo que necesita de un tratamiento específico, lo positivo es que la capacidad de contrarrestar los efectos negativos la tienen los mismos usuarios. Cosa que no ocurre con otros tipos de contaminación, ofreciéndole un poder excepcional al momento de revertir los efectos de la chatarra electrónica.

1- Disminuir el consumo de tecnología

Es algo bastante simple, pero la gran mayoría de las personas no lo hace. Ya que los productos electrónicos son fundamentales en este tiempo. Sin embargo, esto no quiere decir que se necesite comprar un equipo nuevo, solamente porque es novedoso. Si se piensa en las compras que se realizan con respecto a los dispositivos móviles y a los ordenadores, el 90% se trata de moda y vanidad.

Quiere decir, que no es algo que represente una necesidad. La lección es bastante clara, no se requiere el último modelo, por lo tanto, no hay que comprarlo. Siendo mucho mejor, aprovechar el modelo que se tiene, hasta que en algún momento deje de funcionar. Esto hay que hacerlo con cada uno de los equipos electrónicos que se tengan. Aparte de disminuir la contaminación del medio ambiente, se ahorra mucho dinero.

2- Reparar antes que comprar

Una manera de disminuir la chatarra electrónica es reparar los equipos cuando se hayan estropeado, en lugar de adquirir otros que sean nuevos. Hoy en día, suele decirse que, supuestamente, sale más rentable comprar un equipo nuevo que reparar el viejo. Pero esto no siempre es de esta forma.

De hecho, es una frase que más se usa dentro de los fabricantes, a quienes les interesa que los usuarios compren un equipo nuevo. Así mismo, aunque en ciertos casos pueda parecer rentable desde la perspectiva monetaria, para el planeta es todo lo contrario. Entonces, es mucho mejor ser responsable y arreglar los equipos antes que adquirir nuevos.

3- Compras de segunda mano

A muchos esto no es algo que les pase por la mente, pero existe un mercado de segunda mano, que funciona a la perfección en lo que se refiere a equipos electrónicos y tecnología. Puede hacerse a través de plataformas que son de economía colaborativa, que se dedican al mercado de segunda mano. O dirigirse a tiendas que se especialicen en ello.

Para el caso de las tiendas, además se tiene la certeza de que existe garantía en cada compra. Los productos y equipos tecnológicos que suelen vender dichas tiendas reciben el nombre de reacondicionados. Un producto que es reacondicionado, es un equipo que ha sido colocado a punto y se ha preparado para ser vendido al público.

Puede que sea un equipo de segunda mano, pero ha sido lavado interna y externamente. Con el fin de que el usuario pueda disfrutar de un producto que podría ser tan bueno como si se usara la primera vez.

4- Llevar los desechos a un punto limpio

Cuando el producto tecnológico represente en verdad basura, debido a que su vida útil ha finalizado, lo apropiado es deshacerse de estos equipos llevándolos hacia un punto limpio. Que es un sitio donde los ciudadanos tienen que llevar este producto para asegurarse de que serán tratados apropiadamente y de manera segura.

Desde un punto limpio, la chatarra tecnológica será transportada a una planta de tratamiento adecuada para esta clase de residuo. Esto significa que, será procesado bajo condiciones de seguridad que permitan separar cada uno de los materiales para ser reciclados. Ofreciéndoles una nueva vida y evitando que sean contaminantes para el medio ambiente. O que intoxiquen a las personas que los manipulen.

5- Escoger equipos duraderos

La obsolencia programada, provoca que muchos de los equipos que se compran tengan una fecha de caducidad que está establecida de manera intencional. Debajo de lo que podría durar si se utilizan materias primas o piezas que sean más resistentes. Esta caducidad ha sido motivo de denuncia por parte de muchas administraciones.

Dicha obsolencia programada, obliga a las personas a sumergirse en un ciclo sin final de consumo y desperdicio. Por este motivo, los fabricantes son de gran importancia para disminuir la producción de basura electrónica.

Deben fabricar equipos que sean duraderos y apostar, por lo que se conoce como eco diseño. Facilitando el reciclaje de sus componentes, y haciendo más simple la recuperación de muchos de ellos como recursos que sean de utilidad.

Así mismo, algunas organizaciones, preparan diversas medidas que representen un incentivo para la comercialización de productos que sean de alta durabilidad. Entre estas se encuentra el etiquetado voluntario, indicando la fecha de caducidad y la reparabilidad de los dispositivos.

[También te puede interesar: ¿Cómo reciclar los aparatos electrónicos en desuso?]

Fuentes: Natura Activa, Ecología Verde, BioBol.