El jengibre (Zingiber officinale) es una planta que crece en forma de raíz y que es muy apreciada por su aroma y su sabor picante. Es originaria de del subcontinente indio al sur de Asia, pero a lo largo de los siglos se ha difundido por el resto del mundo para que todos podamos disfrutar de sus beneficios.

Es que el jengibre es un remedio muy versátil y efectivo que se puede usar como antiinflamatorio natural, pero que también se aprovecha para combatir las náuseas, las afecciones de la garganta, y como digestivo o método de prevención de enfermedades cardíacas.

A continuación, te contamos cómo preparar un shot de jengibre para aprovechar todos los beneficios de esta raíz y comenzar tus días con mucha energía.

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3 beneficios de los shots de jengibre

Antioxidante que alivia el estrés

El jengibre tiene un ingrediente llamado gingerol, que tiene un potente efecto antioxidante, analgésico y antiinflamatorio. Ayuda a cuidar tu piel de la contaminación, los radicales libres y los efectos del clima para eliminar arrugas y espinillas más rápidamente.

Por ser un analgésico, contribuye a reducir los síntomas del estrés, pero sin causar somnolencia.

Los shots de jengibre activan la circulación, promoviendo el tránsito del oxígeno en todo el cuerpo y previniendo enfermedades cardíacas. Tomar un shot de jengibre por la mañana acelera el metabolismo, incrementa la temperatura corporal y mejora el tránsito digestivo.

El jengibre puede ayudar a eliminar líquidos y evitar su retención, lo que contribuye a deshinchar y desinflamar el cuerpo.

También ayuda a combatir el resfriado, la gripe y, en general, a potenciar nuestro sistema inmune sin importar nuestra edad.

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Como siempre, es importante mencionar que no todos tienen la misma reacción al jengibre y, de hecho, puede tener efectos secundarios indeseados para algunas personas, así que no dudes en consultar primero con tu médico si crees que puedes sufrir efectos adversos.

Cómo preparar un shot de jengibre

Ingredientes

- 1 raíz de jengibre de 5 cm de largo

- 110 ml de agua.

Preparación

1. Vierte el agua en una olla pequeña y deja que hierva a fuego medio, sin tapa.

2. Retira del fuego y añade la raíz de jengibre.

3. Deja que repose por 5 minutos.

4. Tómate el líquido y aprovecha todos sus nutrientes.

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Fuentes:

Mejor con Salud

La Opinión