Nuevos estudios revelan que quienes basan su alimentación en carne roja bajo la creencia de que es uno de los alimentos más nutritivos, se equivocan. Muchas personas llevan años explicando las ventajas para la salud de consumir más vegetales y menos carne, pero esta vez lo demuestra también la ciencia.
La universidad de Leeds, en Gran Bretaña reveló un estudio en el que advierte del riesgo que implica consumir carne roja en exceso. El estudio afirma que, la inclusión de manera significativa de la carne roja en la dieta, favorecería el riesgo de contraer cáncer colorrectal.
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Para llevar a cabo el estudio, se analizaron los datos médicos y hábitos alimenticios de más de 32.000 mujeres del Reino Unido, los datos se fueron recopilando por unos 17 años.
En el estudio se encontró que 462 de las participantes sufrían de cáncer de colon o cáncer rectal. Para ser más específicos, 335 mujeres presentaron casos de cáncer de colon, mientras que otras 119 presentaron cáncer de recto.
- Al observar los casos se dieron cuenta de que las mujeres que seguían una dieta a base de carne de aves o pescado o, más estrictamente vegetariana, presentaban un riesgo mucho menor de padecer alguno de estos tipos de cáncer.
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Anteriormente, la Organización Mundial de la Salud realizó una investigación cuyos resultados indican que el consumo de carnes procesadas podría incrementar el riesgo de sufrir cáncer. Según la OMS, las carnes procesadas son "cualquier tipo de carne que ha sido transformada con sal, curación, fermentación, ahumado, para mejorar el sabor y preservar el alimento".
Según los estimados de los investigadores, un consumo promedio de 50 gramos diarios de carne procesada podría aumentar el riesgo de contraer cáncer colorrectal en un 18%, y también hay evidencia de que podría incrementar el riesgo de cáncer de páncreas y próstata.
Por si fuera poco, el consumo promedio anual de carne roja aumentó de 26 kilos en 1970 a 41 kilos por persona en los últimos años. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) colocó procesada en el “Grupo 1” de sustancias cancerígenas, lo que la pone a la par con el tabaco y el alcohol en términos de riesgo de contraer cáncer.
Y es que la carne de vacunos, bovinos y otros animales mamíferos contienen mucho más colesterol que otros tipos de carne y, por supuesto, que los vegetales, lo que aumenta las posibilidades de desarrollar tumores malignos agresivos.
Lo que los expertos recomiendan reducir de manera paulatina el consumo de carnes rojas y productos lácteos para prevenir el riesgo de estas enfermedades.
Y tú, ¿en qué basas tu alimentación?