Hay tanto dicho sobre alimentación sana que quizá muchas veces no sepas cómo comenzar a mejorar tus comidas. Cuáles son las mejores recetas, cómo afectan a tu salud, a tu peso, etc.

Lo importante aquí es que has dado el primer paso y quieres comer mejor, y eso es genial. Ahora, debes conocer los principios básicos para lograrlo.

Si logras fijar y aplicar estas 7 ideas, lo lograrás rápidamente.

1. Reduce el consumo de carne

Si eres vegerariano, puedes pasar este punto. Pero si aún no lo eres, debes saber que el primer principio básico para una alimentación más sana este: no basar tu alimentación en la carne.

Generalmente, quienes no son vegetarianos toman la porción de carne como base de la comida y luego deciden cómo acompañarla. Pero si quieres empezar a comer bien, esto es lo primero que debes cambiar.

Recuerda:

Los pilares de una dieta saludable deberían ser los granos, las nueces y las semillas, así como las verduras y frutas.

Si todavía no estás dispuesto a dejar la carne por completo, al menos quítale su lugar central en el plato. Verás cómo en pocos días te sientes mucho mejor.

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2. Conoce las grasas

Sobre la cuestión de las grasas es, quizá, de la que más se sabe. Sin embargo, tanta información genera un poco de confusión, así que aquí van las 3 cosas que debes saber sobre ellas para comer mejor:

Grasas “buenas” son las grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas.

Se encuentran en los aceites de nueces, de oliva y otros aceites vegetales, en el aguacate, y en margarinas con alto contenido en grasa poliinsaturadas como Flora y Tulipán.

Estas no aumentan los niveles de colesterol en la sangre e incluso pueden reducir el riesgo de problemas cardiovasculares.

Grasas “malas” son las grasas saturadas y trans

Estas se encuentran en productos lácteos y carne de res y aceites de palma y coco.

Cuantos más de ellas se coma mayor será el riesgo de enfermedad cardiovascular. Las grasas trans también se encuentran en las papas fritas y en muchos productos horneados comercialmente.

Ninguna es buena para adelgazar

Teniendo en cuenta lo anterior, si tu interés es comer sano, deberías incorporar buena cantidad de las primeras y poca de las segundas.

Pero vale esta aclaración: lo sano no siempre es dietético. Con esto queremos decir que si tu intención es bajar de peso, no deberías comer ningún tipo de grasa (o al menos, no en cantidad).

Puesto que la grasa, sea buena o mala, tiene más calorías por gramo que los carbohidratos o las proteínas.

3. No te tomes las calorías

Debes saber que el único líquido que verdaderamente necesita tu cuerpo es agua. Y mucha.

Si quieres empezar a tener una alimentación sana, deberías comenzar por eliminar todo lo que consumes que no aporta nada más que calorías a tu cuerpo, y las bebidas carbonatadas son una de esas cosas.

Claro que hay infusiones muy buenas como el té verde, o jugos naturales que puedes tomar para completar la dosis de nutrientes. Pero, en general, procura comerte las calorías y no bebértelas.

Si no sabes qué tomar… ¡Elige siempre agua!

4. Sé original a la hora de incorporar vegetales

Ya lo dijimos en el primer punto: una alimentación saludable necesitas comer granos, semillas, verduras y frutas.

Pero eso suena a vivir de ensalada y eso es aburrido, ¿No?

Pues aquí va el verdadero secreto para empezar a lograrlo: agranda tus comidas habituales con estos alimentos, y hazlo de forma original.

Al principio, no cambies la pasta por ensalada. Mejor, cambia el estofado con el que acompañas la pasta por un enorme revuelto de verduras. Usa para ello todas esas verduras que has comprado y se van a pudrir en la nevera si no las usas pronto.

Está demostrado que tendemos a comer siempre el mismo peso de alimentos, independientemente de qué estén compuestos.

Entonces, agregar enormes cantidades de verdura a tu comida habitual hace que ingieras más nutrientes y menos calorías.

5. No comas si no tienes hambre

Esto parece obvio, pero en realidad no lo es tanto. ¿Cuántas veces por día comes algo simplemente porque te lo ponen delante?

Es que las personas tenemos tres estados:
1. Tenemos hambre
2. Estamos bien pero podemos comer más
3. Estamos completamente llenos

Generalmente, a la hora de sentarse a comer (sobre todo si estamos hambrientos), pasamos del 1 al 3 sin escalas. Cuando lo mejor sería quedarse siempre en el 2.

Entonces, cuida las porciones, y come hasta estar saciado, pero nunca hasta no poder tragar un bocado más. Si te mantienes en ese estado, te sentirás mejor.

6. Limita los alimentos empaquetados

Siempre la comida casera es más natural y, por ende, más sana. Cocina en casa, elige alimentos naturales (¡Todavía mejor si son orgánicos!), pide siempre la fruta y verdura de estación que es la más fresca.

Los alimentos empaquetados tienen conservantes y muchos químicos que ni te imaginas. Por eso, si tienes que comprar sí o sí esos alimentos, lee atentamente la etiqueta para saber qué llevan y elegir la marca más natural.

Pero cuantos más paquetes reduzcas, mejoras tu salud… ¡Y también cuidas el medioambiente!

7. Sé tú mismo

Este es quizá el principio de alimentación sana más importante que debes tener en cuenta.

Ninguna dieta puede sostenerse si no va contigo.

Si no te gusta cocinar, no busques recetas súper sofisticadas; confórmate con agregar una verdura nueva a la sopa.

Si realmente amas comer papas fritas, no busques eliminarlas para siempre; trata de eliminar otras grasas malas por completo, y guarda tu porción de papas fritas para un día especial.

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En fin: aplica estos principios sin dejar de ser tú mismo. Si lo logras, te resultará facilísimo mantenerlo a lo largo del tiempo.

Fuente:

Real Simple