A todos nos ha pasado alguna vez: abres la heladera y te encuentras con ese montón de mandarinas que habías comprado porque ibas a comer más fruta y ahora está manchada de verde y blanco incomible. El pan guardado de ayer para hacer tostadas por la mañana ahora está todo peludo y negro, el queso parece un pequeño bosque y desarrolló vida propia... Todo a la basura otra vez. ¡Qué desperdicio!
Pero, ¿cómo pasó esto? Si las heladeras se inventaron para que ésto no suceda. A los hongos les encanta el calor, pero también pueden crecer en lugares fríos, como la nevera, si tienen suficiente humedad. Y una vez que tienes algo con hongos, ellos liberan esporas que hacen que todo lo que está en contacto con ellas desarrolle hongos con mayor rapidez.
Además de verificar el correcto funcionamiento de la nevera, es importante saber cómo guardar los alimentos para que no se echen a perder. Si quieres romper el ciclo de comprar-guardar-no consumir-desechar, pon en práctica estos simples trucos.
Mantén la nevera ordenada y limpia
Una nevera con hongos, también llamado moho, contaminará todos los alimentos que se coloquen dentro de ella. Además, cada grupo alimenticio tiene su propio lugar en la nevera (que varía según el modelo, por lo que se recomienda leer su manual).
A grandes rasgos, los lácteos y productos cárnicos van en la parte superior, donde el frío es intenso, y las verduras y frutas en la parte inferior. En la puerta ponemos cosas que no necesitan permanecer frías para su conservación, como botellas de agua.
Sanitiza tus verduras y frutas
Si limpias tus vegetales antes de guardarlos, se mantienen frescos por más tiempo. Sin embargo, existen algunas salvedades. Las fresas, por ejemplo, deben lavarse y sanitizarse antes de ser consumidas, de lo contrario, se descomponen rápidamente.
La mesada y el horno no son heladeras
Al dejar comida expuesta a los elementos, no solo crecen más bacterias por la temperatura, sino porque están en una zona transitable. ¿Viste las fotos de patitas de gatos sobre la masa de galletas que estaba en la mesada? Ahora imagina que es un pollo descongelándose, ¿cómo te darías cuenta?
Compra menos cantidad
Si luego de tomar todos estos recaudos aún así descartas muchos de tus ingredientes, quizás simplemente no llegas a utilizarlos porque tienes demasiados. Considera reducir el volumen de tus compras.
Investiga cuál es el mejor lugar para guardar cada cosa
Internet es tu aliado. Si tienes dudas, ¡pregunta!
Cualquier paso en dirección a una alimentación zero waste, es un paso bien dado. Y tú, ¿ya estás listo para comenzar?