Todos sabemos que la digestión es importante para estar bien nutridos y sentirnos bien. Sin embargo, no siempre conocemos perfectamente cómo funciona este proceso, y qué podemos hacer para mejorarlo.
Conocer mejor el proceso de la digestión y sus componentes puede ayudarte a mejorar notablemente tu salud y calidad de vida. En ese sentido, las enzimas digestivas pueden ser enormes aliadas.
Estas son fundamentales en el proceso de descomponer los alimentos y convertirlos en nutrientes para que lleguen a nuestras células. Se pueden incorporar desde la alimentación o tomando suplementos con enzimas digestivas, ya que su consumo puede traer enormes ventajas para la salud. En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber sobre ellas.
Qué son las enzimas digestivas
Las enzimas digestivas son moléculas que se encargan de romper los polímeros presentes en los alimentos, para que puedan absorberse con mayor facilidad. Dicho de otro modo, favorecen el desarrollo del proceso de la digestión, y ayudan a lograr que los nutrientes esenciales presentes en los alimentos lleguen a las células del cuerpo. Esa es la base fundamental para encontrarnos fuertes y saludables.
Las enzimas están presentes en todo el proceso de alimentación, desde que el alimento entra en la boca hasta que es completamente procesado.
Así, cuando estamos cerca de la hora de la comida y “se nos hace agua la boca”, es porque ha entrado en acción la amilasa salival, una enzima que ayuda a dividir el alimento durante la fase de masticación. Esta se produce en las glándulas salivales y para aprovecharla al máximo, es importante masticar bien los alimentos.
Ya en el estómago, se liberan muchas nuevas enzimas, cada una de las cuales cumple una función específica. Algunas se ocupan de las grasas, otras de los carbohidratos, ciertas enzimas digestivas actúan sobre las proteínas, sobre los lácteos, etc. Así, podríamos decir que cada alimento que consumimos será digerido gracias a un tipo de enzima particular.
Al final de este proceso se terminan obteniendo por separado todos los nutrientes necesarios para una vida saludable: ácidos, azúcares, aminoácidos, entre otros.
¿Produce el cuerpo suficientes enzimas digestivas?
Esta es la pregunta clave para comprender por qué en muchas ocasiones es buena idea consumir de forma externa las enzimas digestivas.
Estas se producen en distintos órganos del cuerpo. Uno de los mayores productores de enzimas digestivas es el páncreas, aunque también se producen en el estómago y el intestino delgado.
En líneas generales, el cuerpo debería producir suficientes enzimas como para desarrollar el proceso digestivo sin demasiados problemas. Sin embargo, esto no siempre es así.
En gran medida, esto se debe a las pobres costumbres alimenticias actuales. Al comer demasiada cantidad de grasas y alimentos procesados, el cuerpo se ve incapaz de producir la cantidad de enzimas digestivas necesarias para que la digestión funcione.
Además, siempre consumimos enzimas de forma externa en los alimentos. El problema es que estas solo se encuentran en alimentos crudos, de los cuales muchas veces consumimos cantidades demasiado escasas. Hacer algunos cambios en la alimentación puede aumentar los niveles de enzimas digestivas en nuestro cuerpo.
Cuando la situación lo requiere, también es posible recurrir al consumo de enzimas digestivas a través de suplementos. A continuación te contaremos cómo puedes incorporar estas enzimas de forma sencilla a tu vida.
Tipos de enzimas digestivas
Lo primero que tienes que saber es que no todas las enzimas digestivas cumplen la misma función. Como dijimos antes, hay distintas enzimas para procesar diferentes tipos de alimentos.
Las enzimas digestivas más importantes que tienes que conocer son:
Amilasa
Esta enzima digestiva es fundamental, porque su principal función es la digestión de los carbohidratos (almidones y azúcares). Naturalmente es producida por el páncreas y las glándulas salivales.
Proteasa
Esta es la enzima digestiva que se encarga de las proteínas. Se ocupa de hidrolizar esos alimentos, es decir, degradarlos a través del uso de moléculas de agua. Con este proceso, convierte a las proteínas en aminoácidos o moléculas más sencillas de absorber. Naturalmente son sintetizadas por el estómago, páncreas e intestino delgado.
Lipasa
La lipasa es la enzima que se encarga de descomponer los lípidos, o sea las grasas, en ácidos grasos y glicerol. Naturalmente es producida por el páncreas y el hígado, sintetizada en el intestino delgado y activadas por las sales biliares.
Lactasa
La lactasa se ocupa de degradar los productos lácteos (y en particular su principal componente, la lactosa) en glucosa y galactosa. Naturalmente se produce en las células del intestino.
Bromelina
Complejo de diversas enzimas que permite la degradación de diversos tipos de proteínas tanto en ambientes ácidos como alcalinos.No se produce naturalmente en el cuerpo, sino que se debe consumir de forma externa.
Celulasa
Esta enzima digestiva tiene como principal función descomponer la celulosa y transformarla en múltiples monómeros de glucosa que se pueden absorber. Ningún animal produce naturalmente esta enzima, por lo que se incorpora a través de la alimentación.
Fitasa
En este caso, la enzima digestiva se utiliza para descomponer y aumentar la calidad nutritiva de granos, legumbres, semillas y maíz. Además ayuda con la digestión en general, y con la producción de la vitamina B.
Sacarasa
La sacarasa, conocida también como invertasa, es una enzima digestiva que convierte el azúcar en glucosa y fructosa. Está presente en el intestino delgado, en el borde del cepillo de las vellosidades intestinales.
Incorporar enzimas digestivas a través de la alimentación
Ahora ya sabes que muchas enzimas se producen en el cuerpo, y otras deben consumirse de forma externa. Pero en todos los casos, es importante sumar enzimas a través de la alimentación, para conseguir una vida más sana, y sobre todo, para ayudar a nuestro cuerpo a realizar sus procesos naturales.
Debes saber que unas de las principales medidas que puedes tomar para sumar enzimas digestivas a tu alimentación es cocinar menos los alimentos. Puesto que calentar la comida puede destruir las enzimas que estas aportan. Por línea general, al menos la mitad de tu comida debería ser cruda.
Además, es buena idea incorporar los siguientes alimentos, que son especialmente ricos en diferentes enzimas.
La papaya
La papaya es posiblemente uno de los alimentos con más cantidad de enzimas digestivas que puedes consumir. En especial, esta deliciosa fruta es muy rica en una enzima conocida como papaína.
La papaína es una enzima que no se produce naturalmente en el cuerpo humano, pero que es notablemente eficiente para ayudar a descomponer las proteínas. Por eso, los especialistas recomiendan que, antes de hacer alguna comida altamente proteica, se consuma una papaya.
La piña
Antes hablamos de la importancia que tiene la bromelina en el proceso digestivo, y que debe consumirse de manera externa. Para ello, la mejor opción es incorporar la piña a la dieta, uno de los vegetales que más bromelina nos aportan.
¿Sabes qué es lo mejor? Que más allá de beneficios digestivos, estas enzimas también ayudan a reducir la inflamación y reducen la coagulación excesiva de la sangre.
Vegetales fermentados
Los vegetales fermentados son una excelente fuente de muchos nutrientes incluyendo enzimas digestivas vivas. Lo mejor del caso es que este tipo de alimentos también suelen ser muy ricos en probióticos, que también favorecen el proceso digestivo.
Algunos ejemplos de vegetales fermentados son el chucrut o el kimchi. Ambos alimentos son muy fáciles de hacer en casa.
Aguacate
¡No podía faltar nuestro querido aguacate! Además de ser altamente nutritivos, los aguacates también contienen enzimas digestivas. La principal es la lipasa. Así, el alimento es súper completo: proporciona grasas saludables, y contiene las enzimas que ayudan a procesarla y absorberla.
Plátano
Los plátanos son un alimento muy completo, especialmente conocido por su alto contenido en potasio. Pero además, esta sabrosa fruta también contiene grandes cantidades de enzimas, especialmente amilasa y maltasa.
Ya te contamos que la amilasa es buena para degradar los hidratos de carbono. Por su parte, la maltasa una enzima menos conocida y abundante pero es necesaria para absorber un carbohidrato llamado maltosa (uno de los componentes principales, entre otras cosas, de la cerveza).
Kiwi
El kiwi contiene actinidina, una enzima natural que descompone un amplio abanico de proteínas alimentarias más rápido de lo que lo harían tus enzimas digestivas por sí solas. Es decir, es un gran complemento para la lipasa.
La miel
Finalmente, la miel de abeja también es una gran aliada de la digestión. Entre los beneficios que presenta, uno de los más importantes es que contiene amilasa, la enzima digestiva que se ocupa de los hidratos de carbono.
Incorporar enzimas digestivas a través de suplementos
Ahora que conoces mejor qué son las enzimas digestivas, habrás comprendido que es fundamental su presencia para conseguir una buena digestión.
El problema es que muchas veces nuestro cuerpo por diversos motivos no puede procesar por sí solo los alimentos que consumimos. Una de las razones puede ser que hayamos consumido alimentos en exceso.
Otra, es que tengamos algún tipo de problema de salud. Por ejemplo, las personas que son intolerantes a la lactosa, en realidad no generan suficiente cantidad de lactasa.
En esos casos, los especialistas recomiendan recurrir a suplementos, que ayuden al cuerpo a mejorar el proceso digestivo. Esto también aplica si has descubierto que eres particularmente sensible a un tipo de alimento. Es decir, que si siempre que comes determinado grupo de alimentos sientes que la digestión es muy lenta, quizá necesitas un refuerzo de las enzimas responsables de su degradación.
También puedes necesitar suplementos de enzimas digestivas en otros casos. Por ejemplo, los deportistas de alto rendimiento suelen necesitarlos. El motivo es que precisan una mayor cantidad de alimento para suplir las necesidades de su cuerpo, y muchas veces el sistema digestivo no da a basto.
Para saber qué tipo de suplemento necesitas, y en qué cantidades, lo mejor sería que consultes con un especialista. Pues las necesidades de cada uno pueden variar notablemente. De todos modos, hay algunas reglas que son comunes.
En el caso de los deportistas, algunos estudios realizados recientemente afirman que la dosis óptima de enzimas digestivas en suplementos oscila entre 200 y 600 mg. En estos casos se recomienda tomar una parte de la dosis (aproximadamente la mitad) antes y otra después de cada entrenamiento para mantener el estado anabólico durante el ejercicio y facilitar la recuperación muscular.
Si tienes molestias convencionales como gases e inflamación a la hora de comer leguminosas, verduras crudas, proteínas o lácteos, debes buscar una pastilla que contenga proteasas, amilasa, celulasa y lactasa.
Consideraciones que debes tener en cuenta sobre los suplementos
Como hemos visto, las enzimas digestivas son fundamentales para una correcta nutrición, y además de incorporarlas a través de la alimentación es posible hacerlo a partir de suplementos dietarios.
Esto está muy bien siempre y cuando se tengan en cuenta ciertas consideraciones, ya que de otro modo pueden resultar perjudiciales para la salud.
Evitar la dependencia
Uno de los factores más importantes a tener en cuenta es que, si el cuerpo se acostumbra demasiado a que le “faciliten” el trabajo, puede volverse dependiente. Esto vale para todo y también para las enzimas digestivas.
Si comienzas a consumir de manera permanente los suplementos de enzimas digestivas, se corre el riesgo de que el cuerpo deje de producirlas por sí mismo. Generando así la dependencia al suplemento.
Por supuesto que si ya tienes cierto problema con la producción de enzimas, puede que el médico te recomiende incorporar algunas de manera habitual a través de este producto.
Pero si eres una persona sana, debería guardar el suplemento para momentos especiales. Por ejemplo, para un día que ya sepas que comerás más de la cuenta, o épocas en las que sientas especiales molestias digestivas.
No reemplazan la dieta nutritiva
Sé lo que estás pensando: “entonces, puedo comer lo que sea, incluso comida chatarra, y con tomar un suplemento de enzimas digestivas estaré bien”. Pues lo siento, pero eso es una confusión.
Sí, los suplementos de enzimas digestivas pueden ser aliados si vas a ir a una boda y sabes que comerás de más. O si un día quieres darte el “gusto” de comer algo que te cae pesado. Porque ayudarán a que puedas digerir esos alimentos sin que te sientas tan pesado e hinchado.
Eso no convierte a la comida basura en algo bueno para tu salud. Solo te ayuda a sentirte mejor en el momento. Pero si no tienes una dieta balanceada la mayoría del tiempo, no conseguirás nada mejorando la digestión, pues no estarás incorporando alimentos nutritivos.
No sirven para bajar de peso instantáneamente
Un buen proceso digestivo puede ayudarte a bajar de peso por un motivo muy sencillo: porque al estar mejor nutrido, necesitarás comer menos para saciar tu apetito.
Pero lo que ayuda a bajar de peso es comer menos y bien. No las enzimas digestivas en sí mismas.
Así pues, todos en general y, si cabe aún más, en particular quienes tienen problemas digestivos (o necesitan mejorar su absorción de nutrientes como deportistas o personas mayores), deben considerar una dieta en la que no falten alimentos ricos en enzimas.
Siempre con asesoramiento
Lo mejor para empezar a tomar suplementos es asesorarte con un profesional, que pueda ayudarte a elegir el mejor para ti. Además, que pueda ayudarte con las dosis y, sobre todo, llevar un seguimiento.
¿Conocías las enzimas digestivas? ¡Empieza a mejorar tu digestión cuanto antes!
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Fuentes: