Aunque muchas veces se asocia la elección de ser vegano con algo únicamente vinculado con la dieta, en verdad se trata de una filosofía de vida mucho más amplia. La alimentación es una de sus facetas, sí, pero lo que lleva a alguien a dejar de consumir productos de origen animal es mucho más profundo.
Pues además de mejorar nuestra salud física, ser vegano también alimenta nuestra mente y espíritu; por eso se trata de una elección integral que apunta a todo nuestro bienestar.
¿Quieres saber qué cosas aprendes cuando decides ser vegano? ¡Aquí te compartimos algunas de ellas!
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1. Dejar de lado la violencia
Cuando eliges ser vegano escoges llevar una vida no violenta en ninguna de sus facetas. Eso implica no optar por aquello que incluye o implica maltrato ambiental, animal o humano.
Por eso, quien elige ser vegano entiende que si lo que comemos implica maltratar a otro, es necesario buscar una alternativa que esté más alineada con una forma de vida no violenta.
Basta solo con tener una mascota para percibir que ellos también sufren dolor y perciben el amor. Así como no podrías hacerle daño ni dejar que otros hieran a tu mejor amigo, tampoco podrías hacerle daño a otro animal. Entonces, ¿por qué comerlo?
Ser vegano es entender que todas las formas de vida son valiosas.
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2. Tomar conciencia de lo que comemos
Cuando dejas de comer alimentos de origen animal necesariamente tienes que hacer foco en tu alimentación. Ya no te dan igual los ingredientes o la manera en que se hace lo que consumes. Ese camino te lleva a informarte, te vuelve más consciente de lo que le das a tu cuerpo, pues sabes que de eso se nutre.
Pero además de la cuestión nutricional, muchos veganos tienen en cuenta que si se come un animal que ha sido maltratado o tratado con hormonas, esas vibraciones pasan a formar parte de uno. No hay nada "mágico" en esto: todo en el Universo es vibración y energía. Solo se trata de elegir qué es aquello que nutre nuestro cuerpo, mente y corazón, y qué no.
3. Desarrollar la empatía
Ser vegano te lleva a ser más empático con todas las formas de vida, entendiendo que todos somos uno. Esto incluye a los animales y también a las personas. Por lo tanto, permite desarrollar la empatía.
Por eso, incluso si alguien comienza a interesarse por el veganismo por cuestiones de dieta, es muy posible que a medida que avance y esa decisión se asiente en él, empiece también a escoger prendas de vestir que no contengan cuero o pieles, por ejemplo; o que elija productos de higiene que no hayan sido probados en animales.
Necesariamente esta decisión nos lleva a abrir el corazón, a trabajar la pureza del espíritu.
4. Cuidar el planeta
Así como ser vegano es respetar a los animales, también es tomar conciencia del cuidado del planeta en general. Esa es la visión de integridad, de sentirse parte de un todo.
Si consideramos que la palabra ecología proviene de la raíz "oikos", que en griego significa "hogar", ¿cómo sería posible desentenderse de su cuidado?
Estar conectados con la no violencia también es no generar desechos innecesarios, no desperdiciar comida, es intentar de a poco encontrar caminos alternativos para generar ese cambio que sentimos necesarios en el mundo.
5. Alinear lo que pienso, lo que siento y lo que hago
Por último, ser vegano implica tomar conciencia de la importancia de estar alineado en los pensamientos, los sentimientos y las acciones. Conlleva dejar el lugar de la crítica y materializar aquello que queremos ver a nuestro alrededor, empezando por lo que sí podemos cambiar: nosotros mismos.
¿Dejaste de consumir productos de origen animal? ¿Cómo fue tu experiencia? Cuéntanos en los comentarios.
Fuentes: