Cuando un millón de voluntarios participaron de las jornadas de limpieza en las playas de más de 120 países, el principal residuo que encontraron fue el plástico. Según el último informe de Ocean Conservancy, organización que impulsa limpiezas masivas, se encontraron alrededor de 14.000 millones de residuos plásticos: desde envoltorios, hasta sorbetes, botellas, tapitas y bolsas.
Pero el plástico no contamina solamente las playas y las costas. Según explica Greenpeace, debido a la acción del viento y la lluvia, estos residuos llegan al mar a través de los ríos u otras vías fluviales, incluso cuando los tiramos a la basura.
Cada año, alrededor de 8 millones de toneladas de plástico ingresan al océano; el equivalente a que un camión descargue la basura cada minuto, durante cada hora, durante cada día del año en los océanos. De esta basura oceánica, el 80% es producto de fuentes terrestres.
La basura y los escombros, como los aparejos de pesca, los sorbetes y las bolsas de plástico representan una amenaza mortal para la vida marina. “La basura en los océanos afectará tanto la salud de las personas como de la vida silvestre, además de comprometer los medios de subsistencia que dependen de un océano sano”, aseguran desde Greenpeace.
Además, generamos cada vez más objetos plásticos y al día de hoy, solo el 9% de todo el plástico que hemos producido y consumido a nivel mundial se ha reciclado. El 12% se ha incinerado, y la gran mayoría, el 79%, ha terminado en vertederos o en el ambiente.
Después del plástico, el residuo más encontrado en las playas fueron las colillas de cigarrillo. Según Ocean Conservancy, se encontraron más de 5.700 millones alrededor del mundo.
Qué puedes hacer tú
Si bien el consumo de plástico ha inundado nuestra vida, podemos cambiar nuestros hábitos del día a día para reducir su consumo y buscar alternativas.
1. Cambia las bolsas plásticas por otras reutilizables.
2. No uses vasos, platos y cubiertos de plástico cuando estés fuera de casa.
3. Compra tu comida a granel y evita los envoltorios.
4. Cambia los tuppers de plástico por los de acero inoxidable o vidrio.
5. Evita el consumo de cosméticos que tengan en su composición microplásticos (como polietileno, polipropileno o nylon).
6. Bebe agua del grifo, no agua embotellada. Si el agua de tu zona no es buena, ¡puedes usar un filtro!
7. Elige envases para tus bebidas que sean retornables, como el vidrio.
8. Evita los productos de limpieza o higiene personal envasados en plástico: no solo contribuirás al cuidado del planeta, si no que también le harás un bien a tu salud.
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