El ambientalismo de libre mercado es una corriente del ecologismo. Considera que el mercado libre, la propiedad privada y la responsabilidad civil son heramientas para cuidar la salud y sostenibilidad del medio ambiente.
Ambientalismo o ecologismo de mercado ¿Qué es?
Algunos economistas suelen ver los problemas ambientales como consecuencias de fallas del mercado, sin embargo, para el ambientalismo de mercado el problema está en las leyes.
Para el ecologismo de mercado, la mejor forma de cuidar el medio ambiente es proteger y mejorar los derechos de propiedad. Según ellos, esto permitiría negociar mejoras en la calidad ambiental o bien utilizar agravios para terminar con el daño ambiental. También porque las leyes que rigen las reclamaciones extracontractuales de clases o individuos dan inmunidad a los contaminadores.
Las tesis fundamentales del ambientalismo de libre mercado sostienen:
a) Que un bien sea privado o de usufructo privado provocaría un estímulo en términos económicos para su conservación y renovación .
b) La responsabilidad privada permitiría delimitar mejor los derechos y obligaciones.
Entre sus soluciones, que fundamenta sólo en términos de ganacias, tiene los siguientes principios:
- La sobreexplotación de los recursos existe porque faltan incentivos de propiedad para el cuidado de los bienes. Si éstos son de usufructo privado, los propietarios tenderían a cuidarlos más porque valdrían más en términos económicos.
- La contaminación se produce porque se ha obstaculizado la búsqueda de responsabilidad civil para la restitución de dicha agresión. Las autoridades legislativas y judiciales tienden, por ejemplo a favorecer a las industrias pesadas en nombre del bien común y los bienes públicos.
- Creen que la limpieza de la contaminación se da naturalmente en un mercado libre, porque al hacerlo se reduce el valor negativo de una propiedad.
- Consideran que el consumo excesivo no existe porque éste se regula en función de las leyes de oferta y demanda. Entonces, si un producto se torna escaso, su valor aumentará y obligará a los consumidores a reorientar las compras.
Los peligros de verlo todo en términos de oferta, demanda, costos y beneficios.
Por un lado cierto que en muchos casos los gobiernos dicen ocuparse del medio ambiente, firman tratados, adscriben a campañas, pero en la realidad firman acuerdos con empresas como las de explotación minera. Que generan ingresos a los países pero en la mayoría de los casos producen un altísimo costo ambiental.
Pero por otro lado parece un poco inverosímil que dejar todo al libre albedrío y a la oferta y la demanda como propone el ambientalismo de libre mercado, va a mejorar las condiciones en que se produce.
Es difícil de creer que sólo modificando algunas cosas en cuanto a los derechos al usufructo de la propiedad privada ''el ambiente se cuidará solo'' por las mismas ganancias que generaría cuidarlo.
Si esto fuera así, no estaríamos hoy pensando en la necesidad de establecer objetivos para el desarrollo sostenible. Ni habría monocultivos, uso de agroquímicos, quema de bosques entre otras atrocidades que el capitalismo basado en el máximo beneficio a traído a nuestra sociedad.
Por otro lado, entra en contradicción y en clara discusión con el concepto de desarrollo sostenible y con los objetivos (ODS) de la Agenda 2030 firmados por la ONU. La consecución de éstos es imposible sin el compromiso de los Estados parte.
Además, el ambientalismo de libre mercado no tiene en cuenta otros aspectos muy importantes que forman parte de los ODS. Por dar algunos ejemplos: hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género, trabajo decente, reducción de las desigualdades... Todos estos no pueden dejarse librados a las leyes del mercado.
En su lugar, existen otras formas de hacer negocios que tienen en cuenta la ecología y también el resto de los ODS. Algunos ejemplos de ellos son las empresas b, o empresas sustentables. Este tipo de compañías pasan procesos de certificación estrictos donde deben demostrar que son capaces de crear triple impacto. Esto es, sin descuidar las ganancias, generar un impacto social y respeto al medio ambiente.
Por otra parte, tenemos otro tipo de empresas ligadas al sistema financiero, como son la banca sostenible y la banca ética.
La banca sostenible se trata de un acuerdo entre el sector bancario y la ONU que propone un crecimiento incusivo que canalice el crédito hacia actividades respetuosas con los ODS.
La banca ética, es un modelo de banca que ya existe en algunos países de Europa y está en proceso en Latinoamérica. Se rige por modelos de transparencia informando claramente para qué se usa el dinero que se deposita, inversiones orientadas a la vivienda, la cultura y la educación. Tampoco paga bonos del modelo tradicional por atraer clientes y contempla la acción social en su estructura.
¿Y tú piensas que el mercado y la propiedad privada son el mejor camino para la sostenibilidad?
Fuentes: Wikipedia, Sosteniblepedia.