Los incendios forestales de Australia han devastado grandes áreas del entorno natural del país. Al menos 500 millones de animales e innumerables árboles, plantas y otros seres vivos han muerto desde que comenzó el fuego en septiembre.
Hasta el momento se han quemado más de 10 millones de hectáreas. Pero en algunas zonas recientemente quemadas, la vegetación está empezando a florecer nuevamente.
Murray Lowe, un fotógrafo amateur de Kulnura, Nueva Gales del Sur, una de las regiones más afectadas por los incendios, compartió una serie de imágenes que tomó cerca de su hogar, y se volvieron una sensación en las redes sociales.
En medio de las cenizas, encontró hierbas verdes y hojas de color rosa que brotaban de los troncos de los árboles quemados. Ver las plantas volver a crecer tan rápidamente le dio esperanza, después de presenciar lo que parecía una "destrucción total", informó BBC News.
¿Es normal esta recuperación?
Sí. Muchas especies de plantas han experimentado incendios frecuentes durante decenas de millones de años. Esto ha creado una presión evolutiva para que desarrollen la capacidad de recuperarse después de ser quemadas.
Las plantas han desarrollado dos métodos para hacer esto. El primero es la reimpresión, que es visible en las fotografías de Lowe. Muchas especies de árboles australianos, incluida la mayoría de las especies de eucalipto, tienen estructuras que se encuentran debajo de la corteza gruesa y están aislados del calor intenso.
Muchos arbustos y pastos también están protegidos por el fuego al aislarse dentro de capas de suelo, lo que significa que pueden florecer rápidamente.
La segunda forma en que las especies de plantas se recuperan es a través de la regeneración, a partir de semillas resistentes al calor. De hecho, las condiciones de crecimiento son óptimas después de un incendio para pequeñas plántulas, debido a la gran cantidad de luz y nutrientes liberados por las cenizas. Sin embargo, no hay evidencia de este proceso en las fotografías de Lowe.
¿Sucederá esto en toda Australia?
La regeneración después del incendio ocurre a lo largo de los años. Algunas especies se reproducen poco y otras tardan más. Sin embargo, el tamaño y la gravedad de los incendios de esta temporada plantean preocupaciones incluso para las especies adaptadas a los fuegos.
Las altas temperaturas de los incendios, junto con la sequía sin precedentes en muchas regiones de Australia, probablemente causen una alta tasa de mortalidad en las plantas. Las selvas tropicales del país, que normalmente no experimentan incendios, causan preocupación particular, ya que no están preparadas para recuperarse después de ser quemadas.
Las regiones alpinas tampoco están preparadas para afrontar incendios de esta magnitud, y tanto la sequía como los fuegos pueden poner presión extrema sobre estos ecosistemas. La competencia con plantas invasoras, así como el apetito de herbívoros silvestres como conejos y caballos, puede dificultar considerablemente la recuperación de las áreas naturales, incluso con apoyo humano.
Los expertos indican que durante los próximos meses y años será necesario realizar sondeos para determinar qué especies no regresan a pesar de las lluvias, y así crear una base de datos a partir de la cual tomar decisiones informadas.
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