Palaos está formado por 340 islas en el océano Pacífico. Es uno de los países más pequeños y menos poblados del mundo, conocido principalmente por sus playas y sus ricos ecosistemas y reservas de vida marina.
A partir del 1 de enero, Palaos aplicó una ley única en el mundo: la prohibición de los protectores solares "tóxicos para los arrecifes". La normativa introdujo estrictas medidas ambientales que también incluyen uno de los santuarios marinos más grandes del mundo.
"Tenemos que vivir y respetar el ambiente porque es el nido de la vida, y sin él nadie en Palaos puede sobrevivir", le dijo el presidente Tommy Remengesau a AFP cuando las nuevas leyes entraron en vigencia.
Palaos es famoso por su vida marina, y es considerado como uno de los mejores destinos de buceo del mundo, pero al gobierno le preocupa que su popularidad tenga un costo ambiental.
Hay evidencia científica de que los químicos encontrados en la mayoría de los protectores solares son tóxicos para los corales, incluso en pequeñas dosis, por lo que las autoridades tomaron medidas legales para proteger los tesoros naturales.
Protegiendo los corales
Los sitios de buceo más populares de Palaos están regularmente llenos de turistas, por lo que existía la preocupación de que la acumulación de estos químicos dañara irreparablemente los arrecifes.
A partir del día de Año Nuevo, cualquier protector solar tóxico para arrecifes importado o vendido en Palaos será confiscado y el propietario será multado con USD $1.000.
"Cuando la ciencia nos dice que una práctica es perjudicial para los arrecifes de coral, para las poblaciones de peces o para el océano mismo, nuestra gente toma nota y nuestros visitantes también", dijo Remengesau.
El plan se puso en marcha para combatir a la presencia de productos químicos tóxicos de protección solar en los hábitats más importantes de Palaos y en los tejidos de las criaturas más famosas.
"No nos importa ser la primera nación en prohibir estos productos químicos, y haremos nuestra parte para difundir el mensaje. Con una mejor educación y conciencia, más jurisdicciones tendrán la confianza para tomar las medidas necesarias", dijo el presidente. Indicó también que Palaos será el primero de muchos países en aplicar este tipo de normas.
Un programa ambiental
Junto con la prohibición de los protectores solares, la aplicación del santuario marino de Palos también entró en vigencia el 1 de enero, cerrando el 80% de su zona económica exclusiva para evitar la pesca y otras actividades marinas, como la minería y el corte de las aletas de tiburones (finning o aleteo).
El santuario marino prohíbe la pesca comercial en aproximadamente 500.000 kilómetros cuadrados de océano. La legislación también exige que la mayoría de las flotas extranjeras que trabajan en el área de pesca limitada desembarquen sus capturas en Palaos y luego paguen un impuesto para la exportación.
Remengesau dijo que la prohibición era necesaria para "dejar que el océano sane" después de años de pesca comercial masiva en el Pacífico, que ha visto caer poblaciones de algunas especies, como el atún rojo, a niveles críticos.
Estas acciones ambientalistas siguen al establecimiento del primer santuario de tiburones del mundo en 2009 para evitar el aleteo. El finning es una práctica en la que a los tiburones les cortan las aletas superiores antes de arrojarlos al mar a morir, ya que se trata de un órgano sensorial sin el cual son incapaces de vivir.