Unas impactantes imágenes tomadas en Norilsk, Rusia recorrieron el mundo. Una osa polar hambrienta caminó aproximadamente 500 kilómetros en busca de comida. Así fue como llegó a las calles de la ciudad. Según los testigos, se veía cansada y no mostró ninguna señal de agresividad.

Lamentablemente, no se trata de un hecho aislado. Estas apariciones son cada vez más frecuentes. Pero, ¿a qué se deben?

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La primera en 40 años

Especialistas ambientales de la zona aseguraron que es el primer oso polar que han visto por la zona en 40 años. "Todavía se está moviendo alrededor de una fábrica, observada todo el rato por la policía y los servicios de emergencias, que están garantizando su seguridad y la de los que pasan por la zona", explicó a AFP el funcionario Alexander Korobkin.

En los últimos años, la comunidad científica ha alertado sobre las consecuencias del cambio climático. La pérdida de hábitat es una de las más alarmantes.

Mala señal

Aunque para algunos especialistas la aparición de esta osa pueda parecer un hecho de color, lamentablemente su significado es otro. Los osos polares se desplazan hacia el sur por la disminución del hielo ártico. Esto trae como consecuencia la modificación sus hábitos alimentarios, pues disponen de cada vez menos recursos en su hábitat natural.

Lamentablemente estos contactos de osos polares con humanos se están haciendo cada vez más frecuentes, sobre todo en poblaciones siberianas.

Por ejemplo, en diciembre pasado, decenas de osos polares llegaron a las zonas pobladas de Novaya Zemlya, un archipiélago ruso ubicado en pleno océano Ártico.

Los expertos coinciden en que el calentamiento global provocará en los próximos años que especies de regiones frías, como el oso polar, se desplacen hacia el sur para encontrar alimento. Esto traerá consecuencias no solo para los osos, sino también para los seres humanos.

Fuentes:

ABC

La Vanguardia