“Una buena noticia que demuestra que la movilización del pueblo funciona”, escribió en sus redes sociales la organización ambientalista Jóvenes por el Clima Argentina. Luego de que se anunciara la modificación de la ley 7.722 -o ley de minería-, los habitantes de la provincia de Mendoza salieron a las calles, convocados por el grupo de vecinos Asamblea Popular del Agua.
Miles se manifestaron en marchas masivas diciéndole “no al cianuro” y afirmando que “el agua no se negocia”. En este contexto, y luego de días de protesta, el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, anunció la suspensión momentánea de la reglamentación de la ley. Además, anunció que hará una “gran convocatoria al diálogo” y que se encargará de brindar “mayor información a la gente” sobre los alcances de la modificación del marco regulatorio minero.
La reforma, entre otras cuestiones, permitía el uso de sustancias químicas como cianuro y ácido sulfúrico en la actividad minera, abriendo a la provincia a la explotación de la megaminería que se encontraba limitada desde 2007. Los grupos ambientalistas afirmaron que esto contaminaría el agua potable en una provincia que ya sufre una escasez de agua que empeora cada vez más por las consecuencias del cambio climático.
Gracias al pueblo mendocino, que se manifestó por el cuidado de su provincia, se logró el rechazo social a la modificación de la ley.
“Como sociedad, la respuesta debe ser movilizarse: en Mendoza no hubo una marcha ambientalista, sino que fue todo un pueblo luchando por un derecho humano que es el agua”, sostuvo Mijael Kaufman Falchuk, de Jóvenes por el Clima.
No solo en Mendoza, sino en cualquier parte del país y del mundo: en lo que refiere al cuidado del ambiente, la unión de las personas es fundamental. Impulsada por la ambientalista Greta Thunberg con Fridays for Future, este año la protesta contra del cambio climático y en reclamo de acción por parte de los gobiernos y líderes mundiales creció a pasos agigantados.
“Es casi la única forma en que los políticos reaccionan porque si no, se mueven por los intereses de las mineras o las petroleras”, asegura Stephanie Cabovianco, de Alianza por el Clima, un movimiento que agrupa más de 30 organizaciones ambientalistas en el país.
“Si esto que sucedió en Mendoza pasa como si nada, quedamos expuestos a que estas personas piensen que pueden hacerlo en cualquier parte del país”, agrega Stephanie. “La gente saliendo a la calle esta haciendo historia. Y es importante que en todo el mundo estemos atentos a estas situaciones”, concluye la joven.