Más de 4.000 guepardos fueron traficados como mascotas en la última década

En África más de 4.000 guepardos fueron traficados como mascotas en la última década. Una estadística nada halagadora, sobre todo en naciones como Somalilandia. Se trata de una práctica ilícita, pero muy común entre los somalilandeses.

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Los cachorros tienen 8 semanas de nacidos cuando los separan de sus madres

Algo bastante cruel, ya que los felinos pequeños son encerrados en jaulas. Luego, son traficados a lugares lejanos con la finalidad de venderlos como mascotas. De esta manera, la población de estos animales se ve afectada.

Esta práctica es uno de los factores negativos que afectan la biodiversidad en África. Muchas especies son extraídas de su espacio natural, para ser llevadas a zoológicos o vendidas como mascotas de manera indebida.

Se añade que separar a los animales de sus madres a tan corta edad impide un correcto desarrollo de estos felinos. Igualmente, suele venderse de manera individual. Por lo tanto, los guepardos viven en absoluta soledad.

Otras consideraciones sobre esta práctica

La verdad es que el comercio de guepardos es muy redituable. Si a esto se suma la pobreza de la población, se presenta un escenario perfecto para este comercio ilegal. Todo esto hace que se complicado el control sobre los felinos.

Se añade que, con el calentamiento global, muchas zonas agrícolas han perdido su capacidad. Por eso, los agricultores se han visto forzados a cazar a estos felinos. Es así como se forma un escenario que favorece el tráfico de guepardos.

Hay que decir que muchos cachorros mueren con rapidez. Al alejarlos de sus madres, sufren de depresión y no cuentan con la protección materna. Además, los cuidadores no sabe alimentarlos de manera correcta.

Igualmente, los cachorros padecen de fuerte deshidratación. Muchas veces, son trasladados en cajas secretas, escondidos de las autoridades. Incluso, los sedan para llevarlos dormidos en el trayecto hasta los compradores.

guepardos Condenados de por vida al cautiverio

Esa es la triste realidad de estos felinos. Para siempre, hasta su muerte, estos animales quedan enjaulados. No pueden regresar a su ambiente natural, sin lograr reproducirse. Es algo que va contra la misma naturaleza.

Esta práctica se lleva a cabo con muchos animales. No obstante, es demasiado alta la tasa de traficantes de guepardos. De hecho, se ha lanzado un llamado de alerta internacional para detener esta actividad.

Los guepardos no son muy buscados para zoológicos. Lo cierto es que caen en manos de coleccionistas privados de animales exóticos. Una rara afición, que tiene secuelas negativas para la naturaleza.