Mucha gente suele pensar que son simplemente animales, que no son capaces de tener los mismos sentimientos y emociones que nosotros. Esta historia demuestra que eso no es cierto y que, de hecho, los animales se preocupan incluso más que los humanos.Cuando la madre del bebé chimpancé murió luego de darlo a luz tras años de cautiverio en un zoológico de Rusia, uno de los cuidadores, conmovido por la realidad del bebé monito, decidió llevárselo a su casa para cuidarlo.Pero nunca pasó por su mente la idea de que su perra Mastín recién parida, fuera a adoptarlo, juntándolo con sus propias crías.Él cuidador la observa, y la perra a veces parece preguntarse cómo es que uno de sus bebés la puede tomar de la mano.Su amor es incondicional. Incluso intenta alimentarse de ella!El primate también se adaptó muy bien, a tal punto que come como sus hermanos cachorros en un plato, juega y duerme con ellos. Todos los cachorros lo aceptaron como uno más.
Hermoso ejemplo del amor entre animales.
Fuente:http://elgranenganyo.com/http://www.protectorasalmantina.org/