Según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) más de 700 millones de personas, es decir el 10 % de la población mundial, aún vive en situación de extrema pobreza a día de hoy, con dificultades para satisfacer las necesidades más básicas, como la salud, la educación y el acceso a agua y saneamiento, por nombrar algunas. Para combatir esta realidad y mejorar este contexto se creó la inversión social.
Inversión social: ¿qué es?
Si nunca antes habías escuchado este término, te contamos que la inversión social abarca el rango de actividades emprendidas por los gobiernos para enfrentar la pobreza, financiando proyectos de infraestructura de servicio social y desarrollo comunitario.
En este sentido, la inversión social, cuyo significado ahora ya conocemos, busca ser un aliado de la asistencia que una persona puede necesitar a lo largo de su vida. De hecho hasta 2016, según explica la ONU solo el 45 por ciento de la población mundial estaba amparada efectivamente por un sistema de protección social con al menos una prestación en efectivo. Por supuesto que esta cifra refleja que los esfuerzos no eran suficientes. Y, por ello, a día de hoy, son cada vez más importantes las inversiones sociales y su administración en la sociedad.
inversión socialmente responsable
Para concretar una asistencia, por lo general los gobiernos transfieren recursos técnicos, financieros y de información a gobernaciones, alcaldías, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad bajo una concepción de inversión social estructurada.
En Argentina, por ejemplo, el Ministerio de Hacienda de la Nación en colaboración con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) realizaron un documento en donde exponen la metodología y la medición de la inversión social dirigida a la primera infancia en la Argentina (ISPI) para los años 2016 y 2017.
La primera infancia se define como el período entre 0 y 5 años de la vida de niños y niñas. A través de la inversión social se busca brindar una verdadera oportunidad para sentar las bases que permitan el desarrollo apropiado del potencial de los seres humanos.
En este sentido, el fondo de inversiones social busca solventar las necesidades que puede tener una persona y que, por sus propios medios, no las suple.
inversión social rentable
Existen también las inversiones sociales en el ámbito privado. En este caso son las corporaciones quienes juegan un rol fundamental ya que como organismos deciden contribuir de forma económica o con recursos a las comunidades o sociedades donde ellos operan con el objetivo de satisfacer expectativas locales.
Por ejemplo, en Argentina se creó Fundación Nordelta: una organización sin fines de lucro creada en junio de 2001 la cual tiene el objetivo de mejorar la calidad de vida de las familias que habitan en los barrios vulnerables aledaños a ese barrio privado. Para ello busca promover la participación activa de las instituciones y vecinos como agentes del cambio.
Otros ejemplos privados son:
- El capital productivo, que consiste en programas que tienen como fin mejorar la infraestructura social de una determinada región. En este caso, se realizan inversiones por ejemplo de escuelas, hospitales o incluso urbanización de caminos del lugar.
- El capital ambiental desarrolla estrategias que protegen a todos los sectores ambientales de una locación y la seguridad de los mismos. En estas inversiones se trabaja protegiendo a la biodiversidad, se prioriza el reciclado, la reforestación y otras acciones que se denominan impacto ambiental positivo.
- Por otro lado, el capital social se aboca a crear capacidades en la comunidad, es decir diversas organizaciones, que tienen como pilar reforzar y complementar las medidas que toma el gobierno. En este sentido las ONGs fomentan talleres, estudios, diagnósticos, encuentras y otros trabajos de planificación regional.
- Por último, el capital humano es todo aquel que se enfoca en mejoras del sistema de educación, salud y subsistencia mediante programas de vacunación, alfabetización o créditos.
POR QUÉ ES IMPORTANTE LA INVERSIÓN SOCIAL
Tal como explica Leonardo Garnier en un documento llamado "La inversión social: el costo de las oportunidades perdidas" la inversión social dirigida a enfrentar la pobreza y las desigualdades no sólo se justifica por razones éticas y sociales sino por razones de estricta eficiencia económica: es la forma más eficiente de frenar la pobreza y la inversión más rentable desde el punto de vista de la productividad y el crecimiento.
De hecho, es necesario promover una inversión social mucho más amplia a la existente porque, como explica Garnier, la magnitud de recursos que demanda la inversión social requerida para ciertos tipos de desarrollos está muy por encima de lo que tradicionalmente se ha considerado "razonable" gastar en los programas sociales. Y, si bien los recursos dedicados al gasto o inversión social han venido aumentando lentamente en los últimos diez años, aún se muestran insuficientes cuando se les compara con los niveles de inversión social en países que han asumido el reto de desarrollar su capital humano.