La Amazonia se está incendiando desde hace más de 15 días. Solo en Brasil, los incendios aumentaron un 84% en comparación con el año pasado. Pero no es el único país afectado. En Bolivia ya se quemó medio millón de hectáreas. Las tierras de Perú y Paraguay también están ardiendo.

Hay áreas de protección ambiental donde el fuego ya ha avanzado. El parque nacional Chapada dos Guimarães en Mato Grosso y las tierras indígenas de que Jaci-Paraná en Rondonia, son solo algunos ejemplos. En lo que va de la semana, se registraron 68 incendios en territorios indígenas y zonas de conservación.

"No hay fuego natural", aclaró Ane Alencar, del Instituto de Investigaciones sobre Amazonia. Y agregó que "no hay factores excepcionales este año como el Niño, en 2016, que puedan explicar este aumento de incendios".

Los expertos afirman que la causa del fuego es la deforestación para obtener tierras de cultivo -sobre todo de soya-, para expandir la infraestructura vial y de la frontera agrícola, el aumento de cultivos ilegales y el tráfico de madera. En junio de 2019, las áreas destruidas fueron un 80% más que en el mismo mes de 2018. En julio, se incrementó un 270% en comparación con el mismo período de 2018.

“Al ritmo actual de deforestación, en 20 o 30 años en el sur y el este de Amazonia, estamos hablando de un 50% o un 60% de la selva actual que se va a convertir en sabana degradada, y será irreversible“, alertó Carlos Nobre, autoridad sobre el cambio climático, que recibió el premio Nobel de La Paz en el 2007.

Pero, ¿cuáles serían las consecuencias de esto?

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Fuente: RCN

Más de la mitad de la Amazonia se encuentra en Brasil, y es mucho más que un paisaje bonito. Es considerada el pulmón del mundo, ya que absorbe más de 1.000 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). Esto nos ayuda evitar la concentración de gases de efecto invernadero, responsables del efecto invernadero que, a su vez, produce el calentamiento global.

Si la deforestación sigue avanzando, la cantidad de CO2 que ahora absorbe la selva seguirá disminuyendo. De hecho, hace tres décadas, capturaba el doble de toneladas que ahora. En consecuencia, el CO2 se liberará de nuevo hacia la atmósfera y se podría acrecentar el calentamiento global.

Además, la selva amazónica tiene un rol clave en la regulación del clima mundial. Sus bosques regulan las lluvias y mantienen el ciclo del agua. También es fundamental para la producción de agua dulce y la conservación de especies de plantas que aún no han sido descubiertas por la ciencia y podrían tener beneficios en la medicina.

Se trata de la mayor área de bosque tropical del mundo, cuyo bioma es un verdadero tesoro. No solo la vegetación está en riesgo, sino también los animales y las comunidades que habitan esas tierras.

El Amazonas acoge 40.000 especies de plantas, 427 mamíferos, 1.300 aves, 378 reptiles, 400 anfibios, 3.000 peces de agua dulce, según WWF. Además, la cuenca del río Amazonas es la más grande del mundo; posee el 20% del agua dulce en la superficie de la Tierra. En la zona habitan 400 pueblos originarios diferentes.

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Amazonas

El hashtag #PrayForAmazonia ha sido tendencia en todo el mundo, pero el fuego sigue avanzando. En distintos países, como Ecuador y Argentina, se convocaron movilizaciones para exigir que se tomen medidas urgentes para controlar los incendios. Tendrán lugar este viernes en el exterior de las embajadas locales de Brasil .

La protección de esta región es fundamental para ayudar a frenar el calentamiento global, regular la temperatura del ambiente, conservar las especies animales y vegetales, y respetar los terrenos ancestrales de las comunidades. Su destrucción es una amenaza para nuestro futuro.

Fuentes:

Telesurtv.net

El País

La Vanguardia

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