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Aunque la difusión sobre el estado de los incendios haya mermado, el problema está lejos de acabarse. Vale recordar que Brasil no es el único país que enfrenta la crisis. En Bolivia los incendios comenzaron en mayo, se intensificaron en agosto, y ya han arrasado con 2 millones de hectáreas.
De esa superficie, más de 758.000 hectáreas corresponden a bosques quemados, según el ministro de Defensa boliviano Javier Zavaleta. El resto, son pastizales. También informó que los focos de incendio se han intensificado en los últimos días, pasando de alrededor de 700, a más de 3.300 el 10 de septiembre.
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Diversas organizaciones civiles de la región de Santa Cruz, que está al oriente y es la más afectada por los fuegos, pidieron al gobierno declarar el estado de emergencia nacional, considerando que canalizaría la ayuda internacional.
De acuerdo con el ministro de Defensa, la nueva oleada de incendios fue causada por agricultores que queman sus tierras, pero a quienes el fuego se les escapa de control. También señaló a "saboteadores" que inician fuegos deliberadamente con intenciones maliciosas.
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La mayoría de los focos se encuentran en la región de transición entre la Amazonía y El Gran Chaco, en el sureste del país.
Científicos del Colegio de Biólogos de La Paz estiman que la regeneración del ecosistema local tardará alrededor de 300 años.
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