El segundo año más caliente que jamás se ha registrado en el planeta fue 2019, y el aumento de la temperatura sigue marcando tendencia en 2020. De hecho, este enero fue el más caliente jamás registrado, según anunció el servicio europeo Copernicus.
El aumento de la temperatura global está afectando gravemente al mundo y las consecuencias se están viendo cada vez más seguido. En este caso, en la región polar del Ártico. Conoce estas terribles historias que les están ocurriendo a los seres que viven en esta región como consecuencia del cambio climático.
1. Los osos polares viajan más de 1000 km a las ciudades rusas en busca de comida
A medida que el hielo marino del Ártico continúa descongelándose, los osos hambrientos se ven obligados a deambular en busca de alimento. A mediados del año pasado, un oso polar fue visto en la ciudad de Norilsk, en Rusia, situada por encima del Circulo Polar Ártico.
Según informó la publicación local Zapolyarnaya Pravda, el animal viajó unos 500 kilómetros desde su hábitat natural. El motivo de su extenuante viaje: el hambre. Según los expertos, el calentamiento global podría provocar que especies de regiones frías, como el osos polar, se desplacen hacia el sur para encontrar alimento.
2. Una ola de calor ha golpeado el punto más senteptrional del planeta
Las temperaturas en la base militar de Alert -la localidad habitada más septentrional del planeta, a menos de 900 kilómetros del Polo Norte- alcanzaron un récord de 21°C y establecieron un "récord de calor absoluto" para el verano boreal.
Además, la Antártida registró temperaturas superiores a los 20ºC, algo "nunca visto" en el continente blanco, según dijo a la agencia AFP el científico brasileño Carlos Schaefer, que realizó sus mediciones en la isla Marambio (o Seymour). La temperatura registrada el 9 de febrero fue de 20.75ºC, agregó Schaefer.
3. Los científicos sostienen que el permafrost se está derritiendo 70 años antes de lo previsto
A lo largo de 23 millones de kilómetros cuadrados en la cima del mundo, el cambio climático está derritiendo el permafrost ártico -o hielo subterráneo- no de manera gradual sino, prácticamente, de la noche a la mañana. Este derretimiento hace que se liberen grandes masas de carbono que habían permanecido atrapadas en tierra congelada durante milenios.
El carbono, que penetra en la atmósfera en forma de metano o dióxido de carbono, promete acelerar el cambio climático mientras los humanos intentamos reducir nuestras emisiones de combustibles fósiles.
4. Los incendios forestales incontrolados causaron estragos
El año pasado, incendios incontrolados arrasaron grandes partes del Ártico, con amplias regiones de Siberia, Alaska, Groenlandia y Canadá. Aunque los incendios son típicos en ciertas épocas del año, las altas temperaturas récord del verano pasado y los vientos intensos agravaron particularmente la situación.
La Agencia Forestal Federal de Rusia informó que más de 2.7 millones de hectáreas de bosques remotos se incendiaron a lo largo de seis regiones siberianas y del este del país. Sin embargo, la organización ambientalista Greenpeace Rusia aseguró que fueron hasta 3.3 millones de hectáreas, un área más extensa que Bélgica.
En Alaska, desde el 31 de julio de 2019, 105 grandes incendios quemaron más de 700.000 hectáreas.
¿Sabías que todo esto estaba sucediendo?
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