Los animales son criaturas fantásticas. Su diversidad, belleza y sus habilidades nunca terminan de impresionarnos. Algunas de sus capacidades son envidiables, y muchos quisiéramos poseerlas.
Estas son nueve habilidades de los animales que nos convertirían en superhéroes de la vida real si las poseyéramos.
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Tortugas: larga vida y salud
A pesar de ser un poco lentas, las tortugas compensan su andar con su longevidad, que puede alcanzar y superar los 250 años. Su sistema inmune parece ser el secreto de su larga vida, pues es capaz de combatir casi cualquier afección, así como un metabolismo que puede regularse de acuerdo con las necesidades de su ambiente.
Algunos científicos incluso han estudiado su ADN en busca de la cura para el cáncer y otras enfermedades.
Murciélago: la capacidad de volar
Estos seres tan populares pero a la vez incomprendidos son el único mamífero que puede volar. A diferencia de las aves, sus alas están hechas de cartílago y no directamente de sus huesos y músculos, lo que los hace más flexibles y ágiles a la hora de emprender vuelo.
¿No sería genial estirar los brazos y volar libremente?
Escarabajo pelotero: fuerza extrema
Este insecto resulta ser el más fuerte de todos. Puede cargar hasta 1.141 veces su peso propio peso. Para un animal tan pequeño, lo que puede cargar es relativamente mínimo comparado con un ser humano, pero si una persona de 1,70 metros tuviera la misma fuerza, podría levantar más de 79 toneladas.
Por si fuera poco, la especie Scarabaeus satyrus es el único animal no vertebrado conocido que se orienta durante la noche utilizando la Vía Láctea como referencia. Los humanos, algunas aves y animales marinos son de los pocos vertebrados que se guían con las estrellas.
Ajolote: la capacidad de regeneración
El ajolote es un animal marino que vive en las aguas de México y posee características físicas únicas, desde su amigable sonrisa hasta la capacidad de regenerar partes de su cuerpo.
Otros reptiles tienen capacidades similares, pero el ajolote puede incluso regenerar su cerebro y corazón. Lamentablemente, están en severo peligro de extinción, dentro de la categoría de “Peligro Crítico” para la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN).
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Chita o guepardo: el poder de la velocidad
Estos grandes felinos pueden pasar de cero a 96 kilómetros por hora en tan solo tres segundos debido a su gran agilidad y ligereza. Eso dejaría comiendo polvo a algunos automóviles de carreras y nos haría los maestros definitivos de los 100 metros planos, pero quedaríamos en el último lugar del maratón: sus músculos no tienen la resistencia necesaria para sostener el paso por mucho tiempo.
Jirafas: el control de la temperatura corporal
Las gráciles jirafas tienen la capacidad de regular su temperatura gracias a sus manchas. ¿Pensabas que era sólo una cuestión de apariencias? Las manchas de las jirafas tienen vasos sanguíneos que les permiten regular la temperatura a su antojo y repelen el calor, pues a un animal de este tamaño le sería difícil esconderse bajo la sombra de un árbol.
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Quokka: la fuerza de la felicidad
El quokka es un marsupial en peligro de extinción, calificado como “vulnerable” según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés).
Es considerado el animal más feliz del mundo. El título se lo ha ganado al convertirse en una de las mayores atracciones turísticas de Australia, donde convive felizmente con cualquier humano que se acerque, y parece amar las selfies.
Águila: una vista increíble
Según los estudios realizados a los ojos de las águilas, estas pueden ver a su presa a unos 5 kilómetros de distancia. Además, pueden percibir una gama de colores mucho más amplia que la que percibimos los humanos. Por si fuera poco, tiene un campo visual de 340°, mientras que los humanos poseemos solo 180°. Si pudiéramos ver como un águila, se diría que tenemos “ojos en la nuca”.
¿Cuál de estas habilidades preferirías tener? ¡Cuéntanos!
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