En una reciente publicación en su cuenta de Instagram, Steve Winter hizo un llamado a la conciencia sobre la explotación de los jaguares domesticados en Cancún (México).

Con esta publicación, el fotógrafo de animales silvestres de National Geographic nos ofrece una mirada hacia un mundo que la mayoría de las personas desconoce por completo, pero que esconde una crueldad enmascarada de atractivo turístico.

Si bien estos jaguares domesticados se han convertido en un gran atractivo turístico para muchos visitantes locales e internacionales, muchos no saben nada sobre su origen. De acuerdo con Winter, la gente necesita indagar un poco más sobre el comercio detrás de la industria de las selfies con felinos grandes. Indica que, desde Tailandia hasta Sudáfrica, los grandes felinos a menudo representan la “mercancía” más popular del comercio de vida silvestre.

Es por eso que, desde su cuenta de Instagram, instó a sus seguidores a que, si ven a sus amigos o familiares participando en actividades como las que se ven en su imagen o acariciando cachorros, les hagan saber que estos negocios a menudo están vinculados a programas de cría, comercio ilegal de partes del cuerpo y cachorros.

En la foto se observa a conductores de jet ski y turistas que se preparan para bucear con dos jaguares.

Un problema complejo

En una imagen anterior, Winter retrató a dos jaguares sentados encadenados en un bote en Cancún. El fotógrafo señala que “las prácticas de explotación de vida silvestre como esta son comunes en todo el mundo y es importante estar atentos a operaciones de turismo poco fiables que promueven selfies con animales”.

Si bien puede parecer una oportunidad única para tomarnos una foto interesante, Winter nos recuerda que se inflinge mucho dolor, trauma y abuso para hacer que estos depredadores sean amigables con los humanos. Los grandes felinos no evolucionaron para ser amigos de las personas, ni para ser abrazados y tocados.

Por medio de sus investigaciones periodísticas, Winter ha descubierto que muchos tigres cautivos están siendo explotados en los Estados Unidos y la popularidad de las ofertas de selfies con estos animales está incentivando la cría de más y más cachorros en instalaciones de Florida y Texas.

Winter afirma que existe una alta probabilidad de que detrás de estas ofertas de selfies con grandes felinos se encuentren programas de cría e incluso de caza de trofeo.

Si bien no es la solución definitiva, nosotros, como potenciales consumidores de estos programas de abuso felino, debemos hacerles saber a los que los explotan que no estamos de acuerdo con sus prácticas.

Fuente:

Washington Post