El glifosato es uno de los agroquímicos más utilizados del mundo, y el herbicida más utilizado para matar a todo lo que quiera crecer en donde la industria agrícola busca plantar otra cosa.
Los peligros del glifosato y otros agroquímicos para los seres humanos están comprobados, incluso la ONU admitió que 200.000 personas mueren cada año a causa de los agroquímicos, y muchas historias, como la de Fabián Tomasi, fueron dadas a conocer y dejaron ver cómo el horror puede vivirse en el cuerpo.
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El glifosato mata prácticamente cualquier cosa viva que quiera crecer en la tierra sobre la que se rocía. El motivo de que los cultivos controlados, como la soja, puedan seguir creciendo en esos sitios, es que están genéticamente modificados para resistirlo. Pero ese no es el caso de la Lolium rigidum: esta especie vegetal ha desarrollado por sí misma una resistencia a él.
Para la industria de los agroquímicos esta es una muy mala noticia, porque la Lolium rigidum está "molestando" en los cultivos de olivas y de cítricos, creciendo como una maleza.
Sin embargo, para quienes luchan para que los alimentos que consumimos dejen de ser manipulados con sustancias cancerígenas y tóxicas, esta noticia es alentadora: aunque quieran destruirla, la vida silvestre se las está ingeniando para sobrevivir.
Fue un equipo de la Universidad de Córdoba (España) el que ha descubierto como funciona biológicamente esta planta y qué es lo que la hace resistente al veneno. Al aplicarse el producto químico sobre esta hierba, el glifosato es absorbido por las partes de la planta con las que entra en contacto pero no se desplaza por su interior, reduciéndose de esta forma los daños provocados en el vegetal.
Los resultados de esta investigación han sido publicados en la revista especializada Frontiers in Plant Science.
La Lolium rigidum no es la única planta que supo burlarse del glifosato: también el amaranto, conocido como "el cultivo justiciero", tiene la particularidad de ignorar a este veneno y crecer, destruyendo incluso cultivos como la soja modificada que resiste al agroquímico. Además, el amaranto tiene una semilla que puede comerse y es muy buena para la salud.