Dentro del templo budista Gu Guanyin en las montañas Zhongnan en China, se encuentra este ancestral árbol, que durante 1400 años ha cambiado sus hojas al pasar las distintas estaciones, por lo que forma un océano dorado en otoño.
Es en dicha estación del año, en la que las hojas que visten a este gran árbol ginkgo pasan de ser de color verde a un amarillo brillante. Las cuales, además, caen al suelo, creando una gran alfombra hermosa del mismo color, que llama mucho la atención.
Un maravilloso océano dorado
En el patio donde se encuentra este árbol, dentro de los muros del templo, se pueden ver cientos de hojas amarillas. Es así, como el suelo toma la apariencia de un mágico océano de oro.
Pero lo más atractivo de la escena es que el suelo cubierto de hojas doradas, se complementa con un árbol frondoso. Que, a pesar de sus 1400 años, luce imponente, deslumbrante y lleno de vida.
A parte de eso, se combinan unas ligeras tonalidades de verde, gracias al césped que rodea la gran planta de ginkgo.
Cientos de personas lo visitan
Durante cada otoño, cuando el anciano árbol suelta sus hojas doradas, el templo se llena de visitantes. Pues se trata de un evento natural hermoso, digno de admirar, fotografiar, disfrutar.
Sin embargo, las personas no suelen acercarse demasiado, para no arruinar la hermosa imagen. Por lo que se puede ver a muchos admiradores en los alrededores del ginkgo, evitando pisar el brillante y dorado océano de hojas.
Árbol Ginkgo biloba
En muchas culturas, el árbol de ginkgo se trata de una planta prodigiosa, que puede revelarse como un apoyo natural para la salud de las personas mayores. Se considera un remedio para trastornos circulatorios asociados al envejecimiento.
Es originario de Japón, Corea y el este de China. Se trata de una de las especies más antiguas que se conoce, como lo demuestran distintas muestras fósiles. En varios sitios de Asia es usado para tratar distintas enfermedades, así como para hacer medicamentos.
Este árbol posee una corteza gris parda, las hojas presentan forma de abanico de un color verde claro, el cual cambia a amarillo en otoño. Las flores masculinas brotan junto a las hojas, son de color amarillo y cuelgan en grupos compactos.
Mientras que las flores femeninas son como pequeñas bellotas, de color rojizo y aparecen solitarias en árboles distintos a las masculinas. Es decir, no crecen en el mismo árbol los dos tipos de flores.