La técnica de salar y enterrar cultivos se plantea como una curiosa solución de dos científicos al cambio climático. Se considera que es un procedimiento sencillo y económico, el cual supone una mejoría al ambiente.
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Una publicación en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’
El autor es Eli Yablonovitch, de la Universidad de California en Berkeley. La propuesta es cultivar biomasa para capturar el carbono de la atmósfera. Es necesario salar la biomasa para evitar que se dañe y se pierda rápido.
La batalla contra el cambio climático implica ideas nuevas: se requiere pensar como contrarrestar el daño ambiental. La idea es generar “carbono negativo”, el cual se encargaría de anular el carbono excedente en el aire.
No es una idea nueva, sino que ya se realizaba hace siglos la estratagema de salar y enterrar los cultivos. En dado caso, ahora se sabe que ayuda a combatir el dióxido de carbono del mismo modo en que lo hacen las plantas.
El problema del carbono en el ambiente
Desde hace años, se habla de la llamada huella de carbono. Se trata de la cantidad de dióxido de carbono que emana cada actividad o estilo de vida. Los cultivos, la ganadería y la industria tienen una alta huella de carbono.
El dióxido de carbono altera la atmósfera y es uno de los desencadenantes del calentamiento en el planeta. Por eso, se ha buscado controlar su presencia en la Tierra. Una estrategia podría ser el enterramiento y salado de cultivos.
Es una técnica que se usa desde la Edad del Bronce, pero que ahora es de utilidad para causas ambientales. Los cultivos trabajados de esta manera, tienen microorganismos anaeróbicos que descomponen la biomasa.
El resultado es una tendencia a absorber carbono, dejándolo bajo la superficie terrestre. De esa manera, se evita que el dióxido de carbono se acumule en el aire. Una manera un tanto peculiar de combatir el calentamiento global.
¿Una estrategia aplicable en la actualidad?
Parece viable, pero muchos se muestran escépticos. Quizás, está un detalle: la cantidad de sal que requieren los cultivos enterrados. La sal puede alterar la composición de los suelos, causando desajustes de otra índole.
No deja de ser una opción que se debe explorar. A fin de cuentas, la contaminación del ambiente es un asunto preocupante. Hay que tomar medidas para frenar o minimizar la cantidad de dióxido de carbono.
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¿Qué opinas de esta manera de contrarrestar el carbono ambiental? Parece un método poco convencional, pero que puede dar resultados. No está de más considerar esta propuesta para ayudar al ambiente.
Fuente: sport.es