Los últimos dos siglos estuvieron caracterizados por grandes avances productivos y tecnológicos, crecimiento urbano y aumento poblacional. Estos cambios generaron una mayor demanda de energía, agua y combustibles fósiles. Pero también generaron muchísimos residuos y desechos.
Como resultado, estuvimos emitiendo una gran cantidad de gases de efecto invernadero hacia la atmósfera, con volúmenes en constante aumento. Esto aceleró el proceso de calentamiento global y generó una cascada de efectos secundarios en nuestro sistema climático: el aumento de la temperatura en la superficie terrestre, el incremento del nivel del mar, el retroceso de los glaciares, una mayor cantidad de eventos climáticos extremos y la acidificación de los océanos.
Desde luego, Argentina no es ajena a los efectos del calentamiento global. Esta región tiene una gran importancia natural y económica y su equilibrio ambiental es muy frágil. Puntualmente, el efecto que tiene el cambio climático en la Patagonia nos preocupa y mucho.
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¿Qué ocurre en la Patagonia?
Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación Argentina, algunos de los efectos del cambio climático en la biodiversidad patagónica podrían ser:
- La disminución de las precipitaciones en toda la región y aumento de los períodos de sequía.
- Fluctuaciones marcadas de temperatura, entre frías y anormalmente cálidas.
- Cambios en la composición y en la dinámica de los sistemas naturales como resultado de la alternancia de los períodos fríos y cálidos.
- Impacto en la polinización y reproducción de plantas autóctonas.
- Deshielos tempranos, que tendrán efectos en el régimen hidrográfico en general de la región.
- Ríos más angostos con pérdida de especies que dependen de ellos.
- Aumento de la vulnerabilidad de especies nativas amenazadas.
Los servicios ecosistémicos afectados que tienen alto impacto en la población son los de provisión de alimentos derivados de la agricultura, pesca y ganadería. En términos energéticos, la producción de energía hidroeléctrica también podría verse afectada por la disminución de los caudales de los ríos.
¿Cómo revertir este escenario?
Algunas de las responsabilidades gubernamentales son:
- Planificar acciones de conservación y recuperación de especies autóctonas amenazadas para asegurar que no se extingan (como el Huemul, por ejemplo).
- Generar mapas de alta resolución de los atributos climáticos, hidrológicos, topográficos y vegetacionales de nuestro país. Debemos conocer lo que tenemos, para luego cuidarlo.
- Generar mecanismos de acceso libre y gratuito a las bases de datos, para que todos los investigadores puedan utilizar y contribuir con aportes, ideas y soluciones.
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Nosotros, los ciudadanos, podemos apoyar los esfuerzos de concientización y educación de organizaciones ambientales. Difundir sobre la importancia del uso sustentable de los ambientes y los recursos naturales.
Y más importante aún, asumir el rol de los humanos como impulsores de cambios genuinos en nuestra situación planetaria.