¿Qué es la biodiversidad y cuál es la importancia de cuidarla?

Aunque con millones de años de historia, el concepto de biodiversidad fue incorporado por el entomólogo de la Universidad de Harvard, Edward Wilson, en 1985. Sin embargo, aún no todos saben qué es, qué involucra y cuál es la importancia de cuidarla.

Hace varios años se vienen utilizando terminologías vinculadas a lo ambiental, como sostenibilidad y sustentabilidad y dejaron de ser meros temas sólo de moda para implantarse tanto en las agendas políticas como públicas.

Pese a esto, gran parte de la población alrededor del mundo todavía no comprende qué implica cada uno de los términos, a qué se debe hablar de cambio climático, qué significa biodiversidad, cuál es la importancia de los ecosistemas, y por qué ya no hay tiempo para seguir postergando el cuidado del planeta.

Quizás esto se deba a que por muchos años se hizo creer que las cuestiones ambientales estaban vinculadas sólo a las agendas políticas, las potencias mundiales y las grandes empresas. Sin embargo, esto no es así, todas las personas podemos colaborar desde nuestros lugares y en el último tiempo la sociedad pareció escuchar.

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Si bien esta ola verde viene desde hace tiempo, en la actualidad quizás se vio acentuada por la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, lo que llevó a muchos a pensar sobre la relación que los humanos tenemos con el planeta.

Por eso, cada vez son más las personas que se interiorizan en estas cuestiones y se preocupan por buscar soluciones y llevar a cabo diversas actividades, desde su lugar, que colaboren a reducir el impacto en el ambiente.

¿Cuál es el significado de biodiversidad?

Si abordamos la definición de biodiversidad propiamente dicha, se puede decir que es la totalidad de genes, especies y ecosistemas de una región. La misma ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, desde que el mundo es mundo.

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Todas las culturas se han ido adaptando y relacionando con la misma, utilizando los recursos que brinda, a la vez que se fueron modificando.

A través de este vínculo y las variaciones implementadas en los ecosistemas se han creado diversas razas de animales, mezcla de flora e incluso incorporado especies exóticas en los distintos ambientes causando inmensidad de daños.

Las tres categorías de biodiversidad

Por los motivos mencionados anteriormente, es que la biodiversidad fue modificada y puede dividirse en tres categorías jerarquizadas: los genes, las especies, y los ecosistemas, que describen aspectos diferentes de los sistemas. Es por eso que se pueden diferenciar distintos grupos.

Diversidad genética

Es la variedad en la composición de los genes que se manifiesta entre los individuos de una misma especie.

La misma representa la riqueza de un país en materia de recursos. Por esto es fundamental garantizar la conservación y llevar a cabo un desarrollo productivo sostenible.

Según organismos vinculados con el ambiente, la diversidad genética es clave para la supervivencia de la especie a largo plazo. Si se reduce en una población también disminuirá la capacidad de adaptarse a futuros cambios ambientales.

Diversidad de Especies

En este caso se entiende a la variedad de especies existentes en una determinada zona, es decir, el número existente en un país, ecosistema o región, que puede medirse de diferentes maneras.

Una medida precisa es la "diversidad taxonómica", que es la que tiene en cuenta la estrecha relación existente entre unas especies y otras.

Diversidad de los Ecosistemas

Cabe aclarar, en principio, que un ecosistema es un sistema biológico compuesto por una comunidad de seres y el medio natural en el que viven. Existe una extensa variedad de ecosistemas en el mundo, que a su vez aportan riqueza biológica.

Pero es más difícil medir que las demás, ya que los límites de las comunidades y ecosistemas no siempre están bien definidos. De todas maneras, a través de criterios tenidos en cuenta de manera conjunta se puede medir su cifra.

Diversidad Cultural

Como se mencionaba anteriormente, la vinculación de las culturas con la biodiversidad tienen impacto directo sobre los ecosistemas, de manera positiva o negativa.

Todas las decisiones que se toman tienen que ver. Desde la gestión de los recursos; el uso del suelo y los océanos, así como las elecciones personales vinculadas a, por ejemplo, el nivel y la calidad de consumo.

La humanidad desarrolló variedad de culturas en todo el mundo y, según la UNESCO, “alimenta diversas capacidades, valores humanos y cosmovisiones; lo que permite que la sabiduría del pasado nos prepare para el futuro”.