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En una actualidad en la que las sociedades se están repreguntando todo, dudando de lo establecido, en lo que respecta a la materia ambiental, algunos términos tomaron relevancia en el último tiempo, pese a que muchos llevan años de existencia, como es el caso de los biocombustibles.
Como reemplazo de los combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, surgieron estos biocombustibles. ¿Qué son? ¿Cuál es su función? ¿Son realmente efectivos? Enterate todo lo que tenés que saber en la siguiente nota.
Si de biocombustibles y definición hablamos, pueden utilizarse como combustibles pero se producen orgánicamente y son fuente de energía renovable. Su nombre se debe a que provienen de la biomasa, es decir de materia orgánica producida en un proceso biológico y espontáneo o provocado. Pueden utilizarse para el transporte, la calefacción y la electricidad, por ejemplo.
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Para muchos especialistas en la temática, los mismos deberían denominarse agrocombustibles. Esto se debe, a que en la Unión Europea el prefijo "bio" se refiere a productos libres de agrotóxicos y que delante de combustibles dan una sensación muy positiva, cuando en realidad tienen sus contras pero veamos el detalle.
Si se compara con los combustibles fósiles la diferencia es que los biocombustibles ayudan a reducir el dióxido de carbono que se envía a la atmósfera, ya que lo absorben a medida que se van desarrollando. Los mismos se obtienen a partir de la utilización de plantas oleaginosas como soja, girasol; especies forestales como eucalipto y pinos; o maíz y mandioca, que son ricos en carbohidratos.
¿Cómo se obtienen los biocombustibles?
Para obtenerlos se pueden llevar a cabo diversos métodos. Entre otros, se pueden mencionar:
-Procesos mecánicos: trituración, compactación o astillado.
-Termoquímicos: combustión, gasificación y pirolisis.
-Biotecnológicos: micro bacterianos o enzimáticos.
La selección de los mismos dependerá del tipo de biomasa disponible. Por ejemplo, si es un material seco, a través de la combustión, se puede producir calor directamente, que provocará vapor que servirá para generar energía eléctrica.
Biocombustibles: ejemplos
Los biocombustibles más utilizados son el bioetanol y el biodiesel. Sin embargo, se puede dividir en distintas clases.
Biogas
Es el gas creado mediante la fermentación bacteriana de la materia orgánica, en la que no está presente el oxígeno.
Se obtiene a partir de la materia seca vegetal o de la prima como el excremento animal, residuos mataderos o el que se produce de la industrialización de la caña de azúcar (cachaza), de las destilerías, la pulpa o la cáscara del café. El producto obtenido está formado en su mayoría por dióxido y monóxido de carbono, y metano.
Bioetanol
Es producido principalmente a partir de la caña de azúcar o maíz. A partir de la fermentación de los hidratos de carbono se fabrica esta sustancia que etanol, destilado y convertido en alcohol.
También pueden utilizarse residuos agrícolas y forestales, ricos en celulosa, que son más abundantes y de menor costo, aunque la obtención de etanol a partir de estos residuos no es rentable actualmente, ya que hay que convertirlos en azúcares fermentables y el proceso es complejo.
Biodiésel
Se crea a partir de diversos tipos de grasa o aceite de origen vegetal o animal. Los mismos se mezclan con el combustible diésel convencional en cualquier proporción o al 100%. Entre los beneficios de utilizar este tipo de biocombustible, es que al momento de la combustión elimina menos sustancias nocivas que los combustibles fósiles.
Un dato importante de este combustible es que al no poseer azufre, no genera emanaciones de este tipo que son las que producen las lluvias ácidas, que son altamente contaminantes para el ambiente.
Además, su transporte y almacenamiento es menos riesgoso que el petróleo y además reduce las emanaciones de CO2, CO, partículas e hidrocarburos aromáticos.
¿Existen contras de la utilización de estos combustibles?
Si bien son una de las opciones más conocidas y mencionadas a la hora de hablar de un tipo de combustible que no dañe el planeta, algunas organizaciones ambientales de renombre expresan que la producción de estos biocombustibles son una amenaza ya que, la producción alta de por ejemplo maíz, soja, palma o caña de azúcar, puede provocar el daño de los ecosistemas, como cualquier monocultivo.
Los biocombustibles requieren, como cualquier planta o cultivo, de tierra fértil y agua, y esto también es un problema, ya que compiten con los demás cultivos y pueden provocar impactos negativos en la economía de los pequeños productores.
Lo que sí se puede confirmar es que las sociedades están en búsqueda de alternativas que sean amigables con el ambiente y cuidadosas de sus recursos: alimentos, insumos, productos, combustibles, por mencionar algunos.
Los biocombustibles son un gran paso al ser energía renovable, pero son procesos que seguramente haya que ir modificando y actualizando a medida avance la tecnología. Por el momento, es importante encontrar caminos sustentables que nos lleven hacia lo sostenible.
