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Thunderbird es el nombre que se le dio a una tortuga marina que quedó atrapada en redes de pesca dos veces. Así fue la increíble odisea que esta indefensa criatura tuvo que vivir, a causa de la contaminación causada por el hombre.
Es bien conocida la enorme cantidad de basura y desechos que se encuentran en el océano, como consecuencia de distintas actividades humanas. Cosa que, sin lugar a dudas, afecta de gran manera los ecosistemas marinos.
Son muchas las especies, tanto vegetales como animales, que se han extinguido debido a la contaminación humana, o que se han tenido que adaptar para poder sobrevivir a la misma. Cómo muestra del riesgo que viven los animales con la basura en el océano, está la historia de Thunderbird.
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Rescatada de una red de pesca
En julio del 2020, una tortuga boba, cuyo nombre científico es Caretta caretta fue rescatada por un grupo de conservacionistas de la fundación "Save the Med". El animal se encontraba atrapado en una red de pesca fantasma, siendo este uno de los mayores desechos humanos que existen en el océano.
Se trata de las redes que los pescadores olvidan en el mar o las dejan cuando ya no son del todo útiles. Sin embargo, muchos animales pueden enredarse en ellas y morir, ya que no pueden escapar.
Ese no fue el caso de la protagonista de esta historia, pues para su suerte, la tortuga fue rescatada, liberada de la red y trasladada a la fundación Palma Aquarium, dónde hay un centro de rescate.
Los veterinarios la llamaron Thunderbird y la revisaron para asegurarse de que estuviera en perfecto estado de salud antes de devolverla al océano. Por otra parte, le instalaron un localizador con el fin de que el Sistema de Observación y Predicción Costero de las Islas Baleares pudiera rastrearla tras su liberación.
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De vuelta al océano
Durante el mismo año, después de su recuperación y con el dispositivo de rastreo instalado, Thunderbird fue liberada en su hábitat. Nadó más de 6 mil kilómetros, atravesando el estrecho de Gibraltar. Esto sorprendió a los conservacionistas, pues se trata de una zona con corrientes muy fuertes, además de un alto tráfico marino.
Viajó por la costa de África hasta el sur y, según el rastreador, la mayor parte del tiempo se encontraba en la superficie del Mediterráneo. Sumergiéndose de vez en cuando al fondo del océano.
Por varios meses, el grupo de personas que se encargaban de seguirle el rastro pudieron ver dónde se ubicada y hacia que direcciones viajaba.
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Thunderbird cayó en otra red de pesca
No obstante, de un momento a otro, los científicos perdieron el rastro de la tortuga. El dispositivo localizador no envió más coordenadas, por lo que no había información de dónde estaba Thunderbird.
Hasta que un mes después de su última actualización, el localizador emitió una señal. Según el aparato, la tortuga se encontraba en el puerto principal de Dakar en Senegal. Todo indicaba a que había sido capturada por un barco pesquero, quizás de forma accidental.
Ahora bien, lo que pasó con Thunderbird es incierto. No se sabe con certeza si la tortuga fue liberada viva o si murió al momento de ser arrastrada por la red del barco.
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La necesidad de generar conciencia
Este, es un claro ejemplo de lo que sucede con muchos animales marinos. Los cuales, a pesar de no estar en el ojo de los pescadores, son fuertemente afectados por las actividades humanas, debido a que caen accidentalmente en las redes, se enredan con plásticos, comen desechos, entre muchas otras cosas que pueden incluso acabar con su vida.
En este sentido, debemos tratar de disminuir la producción de basura y, aún más, evitar contaminar los océanos del planeta.
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