Tras su caza a principios del siglo pasado, hace ya dos décadas que se ha empezado a documentar la llegada de los primeros ejemplares machos procedentes de Francia al Pirineo catalán. Aunque desde entonces no se han registrado nacimientos en la comunidad, el gobierno y el sector ambiental parecen estar convencidos de que podría ocurrir en cualquier momento.
Nacimiento de lobos en Cataluña
La convicción del Gobierno se sostiene tras ver cómo el pasado mes de septiembre se documentó que un macho de origen alpino (Canis lupus itálico) y una hembra nacida en España (Canis lupus signatus) habían formado la única pareja de lobos íbero-italianos conocida a pocos kilómetros de Cataluña.
El gobierno y el sector ambiental están convencidos de que podrían nacer crías de lobos en cualquier momento.
“¡El día que encontramos heces de un ejemplar, lo celebramos como un tesoro!”, afirma Gabriel Lampreave, jefe del equipo de seguimiento de lobos de los Agentes Rurales de la Generalitat. “Dependiendo de su seguimiento, la colonización puede ocurrir o no. Los veinte ejemplares que hemos seguido desde el año 2000 se quedan aquí un tiempo, esperan a ver si encuentran otros, y si no, se van…”, explica.
Desde principios del año 2000, el Gobierno ha detectado hasta una veintena de ejemplares de lobo procedentes de los Alpes italianos y franceses. Se encuentran repartidos por distintos puntos del Pirineo y Prepirineo catalán. Se huelen, pero al final no se encuentran.
Algunas regiones de Francia, Soria y el País Vasco ya se han convertido en lugares de encuentro de lobos europeos procedentes de distintos puntos. Por su parte, a excepción de la pareja de Aragón, los lobos descubiertos en Cataluña son sobre todo machos migratorios.
“Pasan algún tiempo en las montañas catalanas, pero luego se van en busca de otras manadas”. Lampreave, trabaja para detectar tensiones entre comunidades ganaderas, reducirlas y preparar el terreno para cuando Cataluña vuelva a ver nacimiento de lobo.
Preparando el terreno
Aunque los ganaderos están preocupados por la vuelta de lobos a la zona, la administración dispone de ayuda a la hora de compensar los ataques de osos y lobos al ganado. Además, también subvenciona la llegada de mastines para proteger el ganado.
“Debemos trabajar todos juntos para acabar con el discurso del miedo a los lobos y los Agentes Rurales seguirán apoyando a los ganaderos para ayudarles a darse cuenta de que los cánidos no son una amenaza”, afirma Lampreave.