Seguramente has leído muchas veces la importancia que tiene para la salud mantener una buena hidratación. Los especialistas recomiendan el consumo de 2 litros de agua por día, aunque beber un par de vasos ya es suficiente para estar mínimamente sano.
Pero aunque para ti sea natural, hay mucha gente que no tiene acceso a agua potable todos los días.
Es más: según la Organización Mundial de la Salud cada año hay 1500 millones de personas afectadas por enfermedades transmitidas por el agua no tratada y 1 niño muere cada 90 segundos por esta misma razón.
Lo peor del caso es que muy pocos se dan cuenta de la emergencia que significa la cuestión del agua a nivel mundial; y la desinformación no hace más que agravar el panorama. En este contexto, es vital aunar esfuerzos entre el sector público, privado y organizaciones de la sociedad civil, para fomentar la toma de conciencia y la puesta en práctica de soluciones concretas.
Proyecto Agua Segura es una empresa social que está trabajando en esto, a través de tecnología innovadora y haciendo fuerte hincapié en la educación.
La crisis del agua a nivel mundial
“La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial, en un planeta en el que menos del 1% del agua disponible, es apta para consumo humano“, señala Nicolás Wertheimer, CEO de Agua Segura.
La dificultad en el acceso al agua, además, se ve agravada por la falta de información en cuestión de hábitos de higiene y salud.
Es importante remarcar, también, que la inversión en el saneamiento del agua no solo tiene que ver con mejorar la calidad de vida de la gente. A su vez, también permite fomentar el desarrollo económico y social, si se tiene en cuenta que por cada dólar invertido en agua y saneamiento, hay un retorno de $4,3 ya que se reducen costos de atención en salud.
“Es necesario que pensemos en clave social y ambiental respuestas audaces e innovadoras que aporten a transformar una realidad que no sólo tiene consecuencias sanitarias, sino que también afecta el desarrollo económico y social de todas las comunidades”, asegura Wertheimer.
La crisis del agua es también una cuestión de género
Aunque no lo parezca, un problema como el del agua tiene miles de aristas. Con motivo del día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo, desde Agua Segura reflexionaron sobre cómo la crisis del agua es también una cuestión de género.
En las comunidades más vulnerables, la cuestión de la higiene, la nutrición y el acceso al agua recae principalmente en las mujeres. Para ello, muchas deben recorrer a diario muchos kilómetros para obtener agua, lo que les quita la posibilidad de destinarlo a otras cuestiones.
“Es importante destacar que la cantidad de tiempo que las mujeres destinan a la recolección y cuidado del agua, limita su desarrollo personal quitándoles la posibilidad en muchos casos de aprender algún oficio remunerado”, indica Lía Renzini, Directora de Programas de Agua Segura
Por eso, para la ONU, la igualdad de género y el acceso al agua segura y saneamiento, representan objetivos para el desarrollo sostenible de primer orden en la Agenda hacia el 2030.
El desafío: que todo el mundo tenga acceso a un vaso de agua
Con todo, entonces, trabajar por un mundo en el que todos tengan un vaso de agua potable es urgente y necesario.
“Nuestro desafío ante la crisis del agua es muy concreto: queremos que todas las personas tengan acceso a un vaso de agua segura. Y para alcanzar este objetivo, investigamos, capacitamos, implementamos tecnología y trabajamos en equipo junto al sector público y privado, para que las comunidades vulnerables mejoren la calidad de agua que consumen día a día”, señala Nicolás.
Puedes saber más sobre el trabajo de la organización en su sitio web.