Quizás has oído hablar de la masa madre: poco a poco ha cobrado protagonismo en el mundo de la gastronomía. Se trata de un fermento a partir del cual elaborar panificados y bollería, pero de una manera diferente. Y es que esta masa requiere tiempo y cuidados, pero el resultado, sin dudas, vale la pena.
Con masa madre puedes hacer diversas preparaciones: desde panes hasta pizzas, o bien algo dulce, como magdalenas. La diferencia radica en el origen de la levadura, ya que no estaremos añadiéndola como haríamos en recetas tradicionales. Más bien, somos nosotros quienes fabricaremos dicha levadura.
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¿cómo se elabora la masa madre?
Partiremos de agua y harina para crear el fermento, aunque hay otras variantes en las que, por ejemplo, se añaden frutas para quitar acidez. Usualmente, el proceso toma aproximadamente 5 días.
Se recomienda vigilar la actividad cada 24 horas, manteniéndola en reposo a temperatura ambiente, tapada con un paño de tela o papel de cocina. El objetivo es lograr un ambiente propicio para que las bacterias hagan su trabajo. Poco a poco, verás cómo la masa va tomando forma y creciendo en volumen.
La clave es ir añadiendo los dos ingredientes de base -es decir, harina y agua- en proporciones balanceadas para que la preparación perdure. Es decir, a medida que necesitas masa para tus preparaciones, la extraes del recipiente y lo retro-alimentas para que la fermentación continúe. Es un proceso cíclico, tal como sucede con el kéfir, hasta que decidas detenerlo.
algunos consejos a tener en cuenta
Si bien la masa madre es sencilla de preparar y no requiere experiencia previa, hay algunos detalles a los que debes prestar atención. Por ejemplo, si notas poca actividad en ella, puedes añadir un poco de azúcar para estimular las levaduras propias de la harina.
Asimismo, si deseas pausar el proceso por algunos días, deberás colocar el recipiente en un lugar frío. Así, detendrás la fermentación. Sin embargo, si se trata de un tiempo más prolongado, deberás alimentarla con los ingredientes base. De lo contrario, se echará a perder.
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Se sugiere que el agua a utilizar sea filtrada. El agua del grifo contiene cloro y podría no ser la mejor opción a la hora de preparar masa madre. En caso de no contar con filtro, podemos dejar reposar el agua durante una hora antes de colocarla en el recipiente.
En cuanto a éste, lo ideal es que sea amplio, para facilitar el crecimiento de dicha masa. Recuerda limpiarlo muy bien antes de agregar los ingredientes, para evitar cualquier tipo de contaminación.
y tú, ¿utilizas masa madre en tus recetas?
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