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La moringa es una planta medicinal tradicional, que se ha empleado durante siglos para la curación de diferentes dolencias. De hecho, en la práctica ayurveda se utiliza para trabajar hasta 300 enfermedades. En la actualidad, la ciencia ha demostrado que la moringa, también conocida como el árbol de la vida, es verdaderamente saludable.
Por su composición nutricional, personas con diferentes dificultades la utilizan para sentirse mejor. Y, de hecho, hasta es considerada un superalimento.
A continuación te contamos todo lo que tienes que saber sobre la moringa, y por qué deberías incorporarla en tu vida.
Qué es la moringa
La moringa es una planta medicinal que posee un elevado contenido nutricional: vitaminas, minerales como hierro, carotenoides, quercetina, vitamina C, polifenoles, ácido clorogénico, entre otros. Dicha composición le ha hecho ganar el nombre de superalimento, y convierte a la moringa en un potente antioxidante y antiinflamatorio. También es utilizada con otros fines medicinales, como mejorar las enfermedades respiratorias o disminuir la ansiedad.
La parte más importante de esta planta y la que más se utiliza es su hoja. Es allí donde se encuentra la mayor concentración de antioxidantes y nutrientes. Lo mejor de las hojas de moringa es que pueden tomarse de diferentes maneras, aunque lo más común es beber su infusión. Sin embargo, se dice que es una planta muy noble, porque es posible utilizarla completa.
Las semillas, por ejemplo, son las que tienen mayor concentración de ácidos grasos esenciales como el Omega 3, 6 y 9. Además, tienen grandes beneficios para el sistema respiratorio. Su corteza, por otro lado, es excelente para hacer un detox natural.
Al final del artículo descubrirás cómo usar la moringa en casa.
12 increíbles beneficios de la moringa
Si no sabes aún si debes incorporar a tu dieta este superalimento llamado moringa, seguramente te convencerás después de leer todos los beneficios que aporta a tu vida.
- 1. Mejora la capacidad respiratoria
La moringa ha sido usada durante años como un remedio natural contra afecciones respiratorias, como el asma, las alergias o la bronquitis. Sobre todo porque esta planta ayuda a combatir los síntomas y a mejorar la capacidad respiratoria y descongestionar. La hoja y sobre todo sus semillas tienen esta función.
- 2. Previene la diabetes
Gracias a que posee propiedades que regulan el estrés oxidativo, lo que reduce los niveles de azúcar en la sangre, la moringa puede ayudar a prevenir la diabetes.
Además, el consumo de moringa también ayuda a las personas que ya padecen la enfermedad a mejorar los síntomas renales. Esto es porque favorece la emisión de orina y alivia la inflamación en los riñones, contribuyendo a atenuar el daño generado por ciertas toxinas.
- 3. Protege el corazón
La moringa ayuda a reducir los niveles de colesterol malo en sangre, y evita su absorción y la formación de placas de grasa en las arterias. De este modo previene accidentes cardiovasculares y otros problemas relacionados con el corazón.
- 4. Mejora enfermedades neurodegenerativas
Se han usado extractos concentrados de moringa para tratar de forma experimental enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. Los primeros resultados indican que esta planta tiene incidencia sobre ciertos neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina, lo que podría ser un excelente remedio para estos problemas de salud.
- 5. Ayuda a la pérdida de peso
Las hojas de moringa son muy eficientes cuando se usan como laxante o purgante de estreñimientos crónicos, lo cual las hace maravillosas para reducir la inflamación.
Además, el fruto de moringa, pobre en grasas, ayuda a combatir el sobrepeso y favorece la buena asimilación de los nutrientes.
- 6. Previene y acaba con la anemia
Las hojas de moringa tienen una elevada concentración de hierro, alrededor de 105 mg por cada 100 g. Esto la convierte en una excepcional planta para curar la anemia y para utilizar como complemento en dietas veganas.
- 7. Aumenta las defensas
Debido a que posee sustancias antioxidantes como polifenoles, vitamina C y betacaroteno que estimula el sistema inmune, la moringa es maravillosa para reforzar las defensas naturales del cuerpo.
- 8. Analgésico y antiinflamatorio
La moringa se ha utilizado especialmente como analgésio y antiinflamatorio, por su variada composición nutricional. Consumir esta hierba es perfecto para aliviar dolores de todo tipo.
- 9. Protege e hidrata la piel
La moringa también es excepcional para el cuidado de la piel. Esto se debe a que contiene una gran cantidad de vitaminas: B1, B2, B3, B6, C, E y A. Todo esto ayuda a retrasar el envejecimiento de la piel, a mantenerla hidratada y tersa, y hace más rápida la cicatrización de heridas.
- 10. Disminuye los malestares de la menopausia
Debido a que ayuda a mantener los niveles de inflamación y de estrés oxidativo, la moringa es ideal para las mujeres que entran en etapa menopáusica. Favorece además un balance natural de las hormonas que se ven afectadas.
- 11. Es energética
La moringa supone un aporte de vitalidad y energía notable gracias a sus increíbles propiedades nutricionales. Esto la convierte en una aliada muy útil para afrontar estados de debilidad y fatiga. Se la suele indicar a excursionistas, alpinistas, deportistas, etc. Eso sí: si tienes insomnio, no es recomendable consumirla por la noche.
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- 12. Sus semillas pueden filtrar el agua
Las semillas de moringa tienen la capacidad de filtrar el agua. Esto sucede porque contienen una proteína que se une a las impurezas del agua, separándolas y llevándolas al fondo en forma de sólido.
Estudios aseguran que la purificación del agua con semillas de moringa es más eficiente que los métodos químicos. Si te interesa el tema, puedes ver cómo funciona en este video:
Cuidados al consumir moringa
Más allá de todos sus beneficios, es muy importante que sepas cuándo es conveniente evitar su consumo, o al menos, consultar con un especialista.
En primer lugar, la moringa no está recomendada para embarazadas, puesto que se cree que las raíces y la corteza pueden tener efectos abortivos. Más allá de que a la hoja no se le atribuye dicha propiedad, lo mejor es que, si estás embarazada, evites el consumo.
Además, es importante saber que la moringa es hipoglucemiante, es decir, que reduce los niveles de azúcar en sangre. Por ello, los que padecen de hipoglucemia –niveles bajos de azúcar– deben moderar su consumo. En caso de abuso, estas personas podrían sufrir desmayos, debilidad y desequilibrios.
En algunas personas, puede generar acidez gástrica e irritación, sobre todo si se toma en ayunas o durante largos períodos. Si eres una propenso a ese tipo de afecciones, deberías comenzar a tomar moringa de a poco y no a primera hora de la mañana para ir controlando cómo te sientes.
La moringa tiene cierto efecto laxante que es estupendo cuando tienes problemas de estreñimiento, pero puede ser algo molesto si no tienes ninguna dificultad para ir al baño. En cualquier caso, la recomendación es que, si recién empiezas a consumirla, lo hagas despacio, y no te asustes si tienes algún episodio de diarrea, pero contrólalo.
Otra complicación conocida de la moringa (aunque muy poco frecuente) es que incremente excesivamente la cantidad de glóbulos rojos en la sangre, un trastorno conocido como policitemia.
Cómo tomar la moringa
Lo primero que debes saber es que, aunque todavía no se ha comprobado científicamente cuál es la dosis adecuada de consumo, no deberías excederte. La mayoría de los estudiosos recomiendan que la ingesta diaria sea de, como máximo, 400 mg. Eso aporta todos los beneficios señalados sin acarrear mayores riesgos para la salud.
Pero, ¿cómo se toma? Bueno, hay diferentes maneras de hacerlo, y a continuación te contaremos cuáles son las más habituales.
Té de moringa
El té de moringa es la forma tradicional de consumir esta maravillosa planta medicinal. Es una forma rápida y sencilla de incorporar las hojas a tu vida, y se puede consumir en cualquier momento del día.
Para prepararlo, solo necesitas una taza de agua y 10 grs. de hojas de moringa, una cucharada aproximadamente.
Pon el agua a hervir y, una vez alcanzado el punto de ebullición, agrega la cucharada de hojas de moringa. Apagar el fuego y dejar reposar durante 15 minutos. Finalmente, cuela y bebe.
Una buena costumbre es tomar dos tazas de este té al día.
Otras formas de consumirlo
Si no quieres hacer el té de moringa, te cuesta conseguir las hojas frescas o simplemente prefieres otras maneras de consumir esta planta, puedes elegir alguna de estas opciones.
- Cápsulas
La moringa se consigue en cápsulas, que pueden tomarse junto con las comidas. La concentración de moringa por comprimido puede variar de acuerdo a la marca, así que es muy importante leer bien el envase para saber qué dosis se consume. Como recomendación general, una dosis adecuada estará alrededor de una o dos cápsulas diarias.
- Semillas
También es posible conseguir semillas de moringa, que tienen efectos tan beneficiosos como sus hojas. Para consumirlas, primero deben pelarse. Se recomienda ingerir estas semillas con agua, y no excederse en su consumo. Lo ideal son 3 grs. de semillas por día, es decir entre dos y tres unidades.
- Polvo
Una forma común de consumir moringa entre quienes encuentran difícil encontrar las hojas es en polvo. El beneficio que tiene es que es mucho más versátil que la hoja. Puede agregarse a jugos, sopas, café o yogures. También es posible preparar el té con moringa en polvo, aunque sabe mejor con hojas frescas. Siempre se recomienda no consumir más de 4 grs.
¿Conocías la moringa? ¿Qué te han parecido sus beneficios?
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Fuentes:
