Cada vez más personas están repensando sus hábitos alimenticios, tratando de ir a hacia una alimentación más consciente y empática con el ambiente y con uno mismo. En este camino, es importante saber remplazar el huevo, tanto a nivel nutricional como en la cocina, para poder ampliar al máximo el abanico de posibilidades.
A nivel nutricional
Cada huevo pesa aproximadamente cincuenta gramos, y cada cien gramos de este alimento tenemos cero gramos de hidratos de carbono, doce gramos de proteína y doce gramos de grasa. Es decir, un huevo contiene aproximadamente seis gramos de proteínas y seis de grasa.
Esto quiere decir que el huevo es muy sencillo de remplazar ya que no hay alimentos esenciales, sino nutrientes. Las legumbres, en promedio, tienen veinte gramos de proteína y algunas variedades bastante más.
Sin embargo, aunque parezca bastante fácil remplazar las proteínas del huevo por nutrientes de origen vegetal, se debe tener en cuenta que la proteína debe contener todos los aminoácidos esenciales. Algunas legumbres no los tienen y otras sí, como los garbanzos y la soja. En caso de no contar con todos los aminoácidos, se deben complementar las legumbres con los cereales como el arroz, no necesariamente en la misma comida, pero sí durante el día.
En cuanto a grasas, mientras que el huevo contiene doce gramos, las legumbres en promedio contienen dos. La diferencia es abismal. Además, el primero contiene colesterol y las segundas, nada en absoluto. Otras fuentes muy buenas de grasas de origen vegetal, sin colesterol (ningún alimento de origen vegetal contiene colesterol), son los frutos secos, las semillas, las aceitunas, lel aguacate, entre otros.
Cuando uno deja de consumir cierto alimento, automáticamente comienza a consumir más de otro. Remplazar el huevo por alimentos de origen vegetal, además de los beneficios mencionados anteriormente, genera que consumas más hidratos de carbono.
Dentro de este nutriente encontramos a la fibra, que es muy importante para muchos procesos fisiológicos que se producen en nuestro cuerpo. Consumir fibra mejorara tu flora intestinal, también llamada microbiota. Los vegetales y legumbres, además de todos estos beneficios, contienen una elevada cantidad de antioxidantes que ayudan a eliminar los radicales libres, los cuales aceleran el envejecimiento del cuerpo.
En la cocina
Ahora, cuando hablamos de cocinar, seguro pienses que no hay muchas opciones, pero esto no es así. En gastronomía hay un sinfín de variedades para sustituir un ingrediente por otro, algunos son muy conocidos y otros no tanto.
Algunas opciones son:
- Una cucharada de semillas de lino molidas con 3 de agua
- Un cuarto de taza de harina de garbanzos más un cuarto de taza de agua
- Una chucharadita de té de agar agar más una cucharada sopera de agua
- Media taza de puré de banana
- Un cuarto de taza de puré de manzana.
Si remplazar el huevo es una opción para tus nuevos hábitos alimenticios, con estos consejos lograrás realizarlo. Quién sabe, quizás algún día decidas eliminar todos los productos de origen animal de tu alimentación. Si ya lo haces, bien por ti, es un gran paso que aporta beneficios para uno mismo, para el ambiente y para los animales.