Tener una alimentación equilibrada y saludable es sin dudas una condición necesaria para llevar un buen estilo de vida. Pero existe también la posibilidad de incorporar hábitos que no solo aporten a la salud del organismo, sino que también ayuden al cuidado medioambiental, a esto se lo conoce como alimentación sostenible y saludable.
Este modelo de alimentación tiene como objetivo priorizar los beneficios para la salud tanto como de concientización a la hora de seleccionar alimentos de manera responsable, eligiendo formas de consumo amigables con el medio ambiente, que generen un impacto medioambiental reducido. De esta manera, se presta atención a que aquello que se consume sea producido de manera responsable, sostenible y ética. La alimentación sostenible no favorece solo a la salud humana, sino también la planetaria.
En este sentido, los especialistas de Pura, Empresa B de Triple Impacto que desarrolla productos con tecnología e innovación para el tratamiento de agua ( hoy en España, México y Argentina) dan los siguientes tips para implementar hábitos que ayuden a tener una alimentación sostenible y saludable:
- Elegir hidratarse con agua de calidad, que no provenga de envases plásticos contaminantes. Hoy en día existe una gran variedad de purificadores para que beber agua de la canilla sea posible y seguro.
- Para transportar agua y mantenerse siempre hidratado, es mejor elegir utilizar botellas reutilizables para mantener una hidratación de calidad y sustentable, libre de plásticos y amigable con el planeta.
- Incorporar a la dieta una mayor cantidad de verduras, vegetales, frutas y legumbres variadas. Teniendo en cuenta que al comprar estos alimentos se debe evitar el uso innecesario de plástico. Lo ideal es comprar los alimentos sueltos y transportarlos en una bolsa reutilizable.
- Investigar el origen de los alimentos que consumimos, optando por productos orgánicos y de comercio justo.
- Reducir la ingesta de carnes y equilibrar el consumo de proteínas eligiendo frutos o legumbres.
- Reducir lo máximo posible la ingesta de productos procesados, que no solo suelen venderse en empaques plásticos sino que también contienen altos niveles de grasas, azúcares y sal.
- Planificar la compra de alimentos y reducir al máximo el desperdicio de los mismos. Volver a utilizar las sobras para hacer nuevos platos y, así, evitar el despilfarro de alimentos en buenas condiciones.
Incorporando nuevos hábitos día a día para optar por una buena alimentación que sea sustentable ayuda no solo a mejorar la calidad de vida y el estado de salud, sino que también beneficia a cuidar el medioambiente, pensando en el entorno y en el futuro de la tierra.